Escuchó gritar a los vecinos ‘hay que matarlo, debe morir, déjennos matarlo’ y cuando le tomaban su declaración ampliatoria, agachó la cabeza y dijo que no quiso matar a la niña, que se le escapó de las manos. “Tenía miedo que le cuente algo a sus padres, no sabía qué hacer y la maté”, refirió, agregando que estaba arrepentido. Este testimonio lo dio la tarde del miércoles, luego que los policías lo salvaran de ser linchado.
A Fernando Matos Paucar (36) tuvieron que cortarle el cabello para que pudiera pasar desapercibido ante la enardecida multitud que clamaba pena de muerte. El confeso asesino de Guissell Maryori también refirió ante las autoridades que no pudo dormir porque temía ser linchado.
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PROTESTAN. “Estaba asustado, porque me querían matar”, mencionó. Asimismo, mencionó que sus amigos lo conocían como ‘Loco’ y ‘Nando’, que él apoyaba en la limpieza de la Iglesia Evangélica y predicaba la palabra. Mientras, Fernando Matos se mostraba arrepentido.
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