“Justicia”, “Editha no estas sola”, “Cadena perpetua para el asesino”, eran las frases de indignación que los familiares y amigos de Edith Paitan gritaban en el frontis de la vivienda en Ocopilla - Chilca en la provincia de Huancayo a donde regresó su presunto asesino Amador Edwin Quispe Cisneros acompañado de la Policía para realizar una diligencia judicial.
La madre de la menor asesinada, Gudelia Quincho sostenía una pancarta casi sin aliento por el dolor, exigía cárcel para el sujeto a quién el 95% de pruebas sindican como el culpable. “Que le den cadena perpetua hoy mismo”, pedía entre lágrimas.
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Los vecinos y familiares de Edith señalaban que ya no era necesario esperar los 7 días exigidos por la Fiscal que lleva el caso. “Estamos muy indignados por esta situación, tanto tiempo la justicia a demorado, le han dado tiempo para que se lleve sus cosas”, indicaron “Su madre vino por aquí aquel día, llorando buscaba a su hija y adentro en esta casa estaban torturando y violando a la niña”, reclamaron
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GRESCA. Por más de tres horas y en plena lluvia, la gente, entre gritos, esperaba la salida del presunto asesino para lincharlo. Cuando la policía intentó trasladar al inculpado, los enardecidos pobladores lanzaron piedras y palos rompiendo ventanas de la casa , fueron repelidos por los efectivos de la Unidad de Servicios Especiales de la policía con perdigones y bombas lacrimógenas.
“Estamos trabajando, el Ministerio Público realiza esta labor, se ha cristalizado. Lo logramos, Gudelia, confía en mí, es cadena perpetua, él es el asesino“, dijo la fiscal Celia Camargo Mora, encargada del caso.