Se aplica una inyección y muere con un paro cardiaco

Se sentía mal, una enfermedad respiratoria lo aquejaba , tenía que cumplir su servicio y fue aplicarse una inyección a una farmacia. Ayer, cerca de las 06:00 horas, el suboficial de segunda Darwin Castañeda Vásquez (44), quien laboraba en la comisaría del distrito de Sicaya, comenzó a convulsionar, sus colegas en un patrullero lo evacuaron a la clínica Cayetano Heredia donde informaron que llegó cadáver. Según se conoció, el agente, desde hace varios días atrás, sufría de un dolor constante en el pecho y pulmón, estaba agripado y tenía tos. Sus compañeros comentaron a Correo, que Darwin Castañeda, se fue a tratar por su cuenta, ya que en el policlínico de la policía lo ‘pasearon’ para atenderlo.

PENOSO. La noche del viernes, el técnico Castañeda, acudió a una farmacia de Huancayo, donde le colocaron una ampolla para los bronquios. Al pasar las horas, la salud del efectivo empeoró, se fue a descansar a una habitación de la comisaría, donde lo encontraron desfalleciente. En un patrullero, el custodio uniformado fue trasladado a la clínica ubicada en el distrito de El Tambo, donde solo certificaron su deceso. Castañeda Vásquez quien es natural de Lima, deja dos hijos huérfanos. Por orden de la Fiscalía, el cadáver fue trasladado a la morgue de Hualhuas donde certificaron que la causa del deceso fue un paro cardiaco. Asimismo, el comando policial, dispuso que el personal de la Divincri que se haga cargo de las investigaciones. “El policlínico no sirve, allí maltratan a los efectivos y nunca hay medicinas, ni nada. No hay médicos especialistas y para atenderte pasas un vía crucis”, comentaron algunos policías que acudieron a la clínica al conocer de la muerte de su amigo.

NIEGAN. Consultados por la falta de atención en el policlínico, jefes policiales refirieron que Castañeda no acudió al nosocomio.