Dicen que nuestros seres queridos nos protegen e iluminan desde el más allá. Y esto lo saben muy bien los pobladores de Chongos Bajo, Huancayo.
Cada 3 de noviembre, desde tempranas horas del día, los pobladores de este lugar alistan a sus seres queridos que partieron hace mucho tiempo atrás, pero que conviven con ellos gracias a que sus cráneos son cuidados y velados en sus propias casas los 365 días del año. Y en esta fecha tan especial son llevados al cementerio del distrito en donde les realizan una misa comunal.
A esta costumbre ancestral se le conoce como TULLUPAMPAY que significa “hueso enterrado”.
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FE A LOS CRÁNEOSSegún nos cuenta Gladys Aliaga (37), pobladora del lugar “nosotros le tenemos bastante fe a los abelinos (cráneos), ya que ellos nos protegen, cuidan nuestras casas y hasta ahora todos los que participamos de esta ceremonia les estamos agradecidos a ellos por nuestros protectores”. Asimismo, refirió: ”yo a veces hablo con él (cráneo), me ayuda cuando estoy preocupada y tengo problemas siempre me da una mano”.
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LOS CRÁNEOS SE HEREDAN Según los pobladores´, los cráneos que ellos tienen en sus poder, son traspasados de generación en generación, mientras que otros los consiguieron cuando escarbaban en la tierra y los adoptan como parte de la familia.
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