En Huancayo, la gran mayoría de compradores fueron de sexo masculino, que llegaron a los principales centros de abastos para realizar las compras del día.
Sin embargo, en el mercado, también se observó la presencia de mujeres que no respetaron la restricción de transitabilidad, aduciendo que no existen varones en sus familias por lo que deben realizar las compras ellas mismas.
En los centros de abastos, se pusieron controles para permitir el ingreso solo de los varones.
Asimismo, se tuvo que empadronar a un grupo de cargadores y tricicleros, los cuales solo deberán trabajar alternándose por día, para lo cuál se les entregó carnet de colores rojo y verde, los cuales funcionaran interdiario para evitar la aglomeración de estos trabajadores.