La consejera regional, Belly Torres realizó la fiscalización del Hospital Ricardo Cruzado Rivarola, junto al reciente director Ricardo Vásquez, verificando el estado actual del nosocomio, para identificar las deficiencias.
“Estamos realizando el trabajo de inspección, que es lo que me compete como consejera regional de Nasca, lo que puedo decir es que la situación es bastante preocupante y crítica”, manifestó.
La consejera junto al equipo técnico verificaron cada uno de los ambientes del hospital. Conforme pasaban los minutos, la expresión de los asistentes cambiaba, al percatarse de las pésimas condiciones en las que se encuentra el nosocomio.
Asimismo, con una mezcla de asombro y tristeza, Belly Torres expresó: “Si me van a preguntar cuál es el lugar más vulnerable, les diría que es todo el hospital.”
La situación parecía empeorar; pues se registraron equipos que se caen a pedazos, sábanas en pésimo estado, camas eléctricas que no funcionan, falta personal de limpieza, y baños que se encuentran completamente sucios.
Además, los equipos de última generación, que fueron anunciados como grandes adquisiciones, como la máquina de Rayos x y el tomógrafo, están en desuso.
“Estamos totalmente olvidados; un hospital de apoyo, en una ciudad turística, en estas condiciones, es muy deprimente”, añadió la consejera.
Teniendo en cuenta el estado físico del hospital, la atención del personal deja mucho que desear. Los médicos y enfermeras brindan una atención deficiente, debido a que no existe logística ni insumos necesarios para la atención al público.
Finalmente, la consejera regional, anunció que el día miércoles estará trasladando todas las observaciones realizadas al gobernador regional, Jorge Hurtado