La golpeó, ultrajó, estranguló y descuartizó para luego botar sus restos por diferentes lugares de Ica.
Horror ha causado el macabro asesinato de la joven abogada Brigitte Johana Yactayo Ayala (33), a manos de José Enrique Muñoz Obradovich (30), en la Urb. Santo Domingo M-8, lugar donde la víctima alquiló una habitación desde abril pasado.
La desaparición de la joven, quien era funcionaria de la Sunarp en Ica, donde era jefa de la Unidad de Asesoría Jurídica, alertó a sus familiares en la ciudad de Lima, quienes contaron que todos los viernes visitaba a su familia, pero el pasado viernes 19 de junio, nunca llegó. La denuncia se presentó en la Dirincri - Lima.
Las pesquisas. Los custodios especializados en secuestros llegaron a Ica y realizaron pruebas de luminol y bluestar en la vivienda que ocupaba la víctima.
Los resultados arrojaron presencia de abundante sangre en cada ambiente de la vivienda, dormitorios, cocina y sobre todo en el baño.
Se sospechaba de José Enrique Muñoz Obradovich, por ser ex inquilino en dicha casa y por aún mantener las llaves del inmueble. Además, era el yerno de la dueña de casa, a quien la fallecida ya se había quejado por su ingreso a la vivienda.
El arresto. La policía capturó al principal sospechoso la tarde del viernes en su casa, el mismo que negó las acusaciones y dijo desconocer del crimen.
La fiscalía ordenó su detención preliminar para las investigaciones. Agentes de la Divincri y Dirincri interrogaban al detenido, quien se mantenía sereno, afirmando desconocer de ningún crimen.
Sin embargo, ante las constantes interrogantes y contradicciones, el acusado contó a la policía una historia poco creíble para tapar su aberrante crimen.
INVENTA VERSIÓN. Relató que el viernes 19 salió rumbo a Lima y al llegar a Pisco, se quedó dormido y al despertar encontró un celular a su lado, el mismo que timbró y al responder un sujeto comenzó a amenazarlo para que retorne a Ica, asegurando que tenía a su familia secuestrada y los mataría de no hacer lo que indicaba.
Contó también que dicha voz, le dijo que ingrese a la vivienda en mención ya que las llaves estarían cerca de la casa, indicándole que retire ropas, edredones, laptops una notebook y otras cosas y las coloque en bolsas que habían en la casa y las lleve a la subida de Parcona donde los debería dejar.
Según el procesado, obedeció al desconocido, especulando un posible secuestro de la funcionaria de la Sunarp.
Agentes del la unidad de Antisecuestros de la Dirincri Lima, junto a la Divincri Ica siguieron las investigaciones y acabaron con la confesión del crimen. Su versión fantasiosa y nada creíble, se cayó.
Muñoz Obradovich, pidió a la policía estar frente a su madre para confesar el crimen y así fue.
Frente a su progenitora, contó cada paso que dio hasta cercenarla.
Confesión. Confesó que el día de los hechos, ingresó a la casa para hurtar algunos objetos, pero en esos instantes llegó Brigitte Yactayo, a quien golpeó fuerte, luego la ultrajó y estranguló.
Para evadir su responsabilidad reconoció haberla mutilado y arrojó partes de su cuerpo en diferentes sectores. Los detalles que ofreció ante la fiscalía y policía son escalofriantes.
Tras mutilarla durmió esa noche junto al cuerpo y al día siguiente. Llevó el cuerpo a la Urb. Las Casuarinas quinta etapa D-5 donde enterró su cabeza en el patio de la casa.
Luego con el apoyo de su hermano Mario Iván Muñoz Obradovich, en su mototaxi, retiraron las demás bolsas donde estaba embalado el cuerpo de la joven envuelto con sus mismas prendas y edredones.
Le pidió a su hermano prestado la moto, la que usó para desplazarse hasta la entrada de Los Aquijes, donde vio un descampado y arrojó allí los brazos, se dirigió luego hasta Subtanjalla, camino al aeropuerto donde visualizó un camino desconocido que llevaba a las chacras y allí lanzó las extremidades inferiores.
Siguió su camino y se dirigió hasta San Juan Bautista por la bocatoma, donde lanzó el tórax.
Pretendió HUIR. Creyendo haberse desecho de todo y estar absuelto de culpa, José Enrique Muñoz Obradovich viajó a Lima y permaneció algunos días, luego retornó a Ica con intensiones de regresar y hacer viajes fuera del país.
La policía lo capturó en su vivienda y ayer en horas de la tarde terminó por confesar los lugares donde había lanzado las demás partes del cuerpo.
Los restos. Agentes policiales de la DIVINCRI, DIRINCRI, Peritos, la Fiscalía y el médico legista, acudieron a la Urb. Las Casuarinas V Etapa D-5. Allí estaba enterrada la cabeza en el patio posterior.
En el descampado de Los Aquijes no se encontró las bolsas que había dejado, y el lugar se veía recientemente limpiado, por lo que se presume que el camión recolector de basura los recogió junto a los demás desechos arrojados.
En las chacras de Subtanjalla, donde señaló, tampoco se halló nada. Por más de 40 minutos la policía junto al acusado buscaban entre las malezas, pero no se encontró las extremidades inferiores.
Se especula que perros vagabundos habrían jalado las bolsas y se las hayan devorado.
En San Juan Bautista sí se halló el tórax. Permanecía aún en una bolsa envuelto con las mismas prendas de la agraviada y embalada varias veces.
Diligencias. Tras el hallazgo retiraron el cuerpo con una soga y junto a la cabeza trasladaron los restos mortales a la Morgue de Ica. La policía indicó que hoy se continuará con la búsqueda de las partes que faltan.
La policía investiga para descubrir la complicidad de alguna otra persona.
Se conoció que la esposa del asesino era compañera de trabajo de la víctima en la Sunarp. La fallecida era su jefa.
El acusado había ingresado anteriormente a la casa sin autorización, con la excusa de que tenía que arreglar y retirar algunas cosas. Antes de que Brigitte Yactayo llegue también fue inquilino.
Para la policía, el procesado no habría ingresado a robar las pertenencias, su motivo premeditado fue crimen.
Las herramientas que usó para descuartizarla, así lo hacen suponer.
Habría tenido todo en el lugar, usó una cierra eléctrica con la que mutiló a su víctima. Permaneció horas en la casa, esperándola para concretar su maquiavélico plan.