Han pasado 26 años desde la devastadora inundación en la provincia de Ica. El 29 de enero de 1998, el río Ica se desbordó y causó un masivo desastre natural, que dejó 4300 viviendas destruidas, 6000 afectadas y 4500 semidestruidas. Además, se perdieron miles de hectáreas de algodón, uva y espárragos y pérdidas por encima de los 700 millones de soles. Han pasado más de dos décadas y los especialistas indican que Ica no está preparada para afrontar el Fenómeno El Niño.
Desastre natural
Por la devastación de aquel 29 de enero, ayer se conmemoró los 26 años de la inundación de Ica, con un izamiento del Pabellón Nacional en la plaza de Armas de Ica, seguido de un foro especial denominado “26 años de la inundación de Ica”, realizado en el salón consistorial del municipio provincial iqueño.
En el mencionado foro, expuso el Ing. Julio Chávez, representante del Colegio de Ingenieros del Perú en Ica, quien compartió imágenes del desastre natural e indicó que el 29 de enero de 1998, se desató una lluvia torrencial a las 4:00 de la tarde, posteriormente el río Ica aumento su caudal rompiendo muros de contención y arrasando las calles iqueñas, que quedaron inundadas hasta por dos metros de altura en algunos lugares.
“Fue parte del Fenómeno El Niño 1997-1998, uno de los más poderosos registrados. Al año 1997 la máxima capacidad de conducción del río Ica era de 350 metros cúbicos por segundo y para esa fecha se evidenció que los caudales del río Tambo y Santiago se juntaron en Challaca y alimentaron el río Ica. Además, las lluvias en Cansas registraron hasta 45 milímetros y en Ica hasta 20 milímetros, cada milímetro de precipitación es 1 litro de agua por metro cuadrado”, declaró.
Explicó que las consecuencias en el sector hidrológico, detallan que en enero de 1998 ocurrieron dos desbordes del río Ica, el 23 de enero de 1998 que el afluente iqueño estuvo en 450 metros cúbicos por segundo y el 29 de enero de 1998, que fue el más devastador y registró 650 m3 por segundo, siendo la capacidad máxima del río Ica de 350 m3/seg.
En el foro se calificó que el “río Ica estrangulado por la ciudad”, ya que antes para prevenir inundaciones, se rompía el marguen izquierdo (aliviadero o “falso río”) y disipe la carga de agua que amenazaba la margen derecha, sin embargo, ese aliviadero actualmente ha desaparecido y ahora viven miles de familias en la urbanización San Idelfonso, y avenida Siete. La información señala que desde el año 1998 hasta el 2024, también se han registrado 8 Fenómenos El Niño, entre los mas recientes el de diciembre del 2016 a mayo del 2017 por El Niño Costero, en febrero del 2023 (Niño Costero) y el 2023-2024.
Por su parte, el ingeniero José Guevara, expuso sobre las “Prospectivas de las inundaciones en Ica 2030-2050″, señaló que entre los escenarios prospectivos (deseados) al 2030 se debe tener en cuenta la culminación del proyecto de ensanchamiento y canalización adecuada del río Ica, con secciones capaces de conducir caudales de 800 m3/seg, una presa construida, dos puentes modernos de cuatro carriles y con 2 metros de borde libre (Grau y Los Maestros), capacitación e implementación de siembra y cosecha de agua en todos los centros poblados de las microcuencas y otros. Del mismo modo se detalló los escenarios prospectivos al año 2050, entre los más resaltantes 5 presos construidas y 8 puentes modernos.
Para el director del Senamhi Ica, Ricardo Rosas Lujan, es de prioridad los Sistemas de Alerta Temprana. Advirtió falta de estaciones hidrológicas y meteorológicas, ya que el Senamhi solo cuenta con 39 estaciones, siendo insuficiente para el diagnóstico e inspección de la red hidrológica río Ica.
Reveló que, en el verano del 2023, hubo hasta tres alertas de caudal masivo en el río Ica, que pudo haber causado otra inundación, entre ellos la del 14 de febrero del 2023, que se activó la quebrada de Ramadilla, ubicada en la parte alta de Ica (Tambillo-Huaytará-Huancavelica), que arrastró 80 metros cúbicos de lodo, tierra, rocas y demás al afluente iqueño.
“Lamentablemente el río Ica esta sobre la plaza de Armas y cualquier quiebre en cualquier parte se ira a la parte baja y para eso no se necesita estrangular el río, sino ensancharlo, la obra ya tiene 3 a 5 años y el último miércoles 24 de enero se llegó a 200 metro cúbicos y la naturaleza nos ha dicho si no se toma acción la próxima vez si se aumenta 20 metros cúbicos más será desborde”, finalizó.