Cientos de viviendas quedaron inundadas producto de la caída de huaicos y lluvias en los sectores San Ildefonso y Chanchajalla del distrito de La Tinguiña. Hay más de 200 familias afectadas y damnificadas.
Las fuertes precipitaciones de los últimos días trajeron consecuencias perjudiciales para diferentes sectores de Ica y en especial en La Tinguiña.
Las aguas comenzaron a ingresar el martes en horas de la noche por la zona y avanzaron hasta la urbanización San Ildefonso, lugar donde la 2ª y 3ª etapa quedaron inundadas. Ingresaron en varias viviendas y dañaron artefactos electrodomésticos y todo lo que encontraron a su paso. Más de cien familias lo perdieron prácticamente todo, aunque algunas intentaron salvar algo.
Hasta la tarde de ayer, las aguas estaban empozadas en la urbanización. Los vecinos esperaban ayuda.
SUPERVISAN. Representantes del Gobierno Regional de Ica y las autoridades distritales llegaron hasta el lugar para supervisar los daños e iniciar los trabajos en las zonas afectadas.
Según informaron, el desborde se produjo por la caída de un huaicos en el sector Desaguadero de La Tinguiña.
El sector Chanchajalla también fue afectado por la caída de los deslizamientos de lodo y piedras.
La gran mayoría de familias del caserío terminó con sus viviendas inundadas, incluso algunas fueron arrastradas por el fuerte huaico.
Los vecinos de este sector también pidieron ayuda a las autoridades, pues prácticamente se han quedado en la calle. La ayuda humanitaria hasta ayer estaba tardando.
Las viviendas en su mayoría eran de adobe y con la fuerza del desborde y el huaico fueron cubiertas con barro. Muchas están colapsadas e inhabitables.
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LLAXTA. Ningún morador del complejo habitacional construido por Llaxta en Los Aquijes había imaginado que el lugar iba a ser arrasado por un aluvión que dejó una estela de tristeza y miles de soles sepultados entre el lodo y agua.
Pasadas las 6:00 de la tarde, la quebrada El Pedregal se cargó de lodo y piedras y empezó a discurrir con fuerza para luego causar daños en los cultivos de la agrícola El Pedregal, y seguir por un camino hacia el complejo.
El huaico que traía fuerza quebró sin problemas el cerco perimétrico de alambres para empozarse en las viviendas, calles y espacios para el esparcimiento.
Son más de 300 los afectados, que tienen las viviendas destrozadas, además de que sus bienes muebles y otros enseres inservibles por el agua.
El aluvión dañó las bases de las casas que tenían poca profundidad, las veredas quedaron levantadas y algunos postes de alumbrado quedaron en el suelo. Las conexiones eléctricas subterráneas y de otros servicios, como de agua y desagüe, quedaron expuestas.
ENTERRADOS. El huaico discurrió con tanta fuerza que sepultó literalmente a las unidades vehiculares en el citado complejo.
Recién al amanecer se vio la magnitud del desastre. Familias enteras con el rostro entristecido realizaban labores de limpieza. Retiraban del interior de su viviendas la cantidad de lodo y otros trataban de recuperar los vehículos enterrados.
También junto al amanecer llegó el personal de la empresa Llaxta a brindar ayuda a los moradores para realizar la limpieza. Cada una de las viviendas estaban valorizadas entre 70 mil y 100 mil soles. El valor dependía del tamaño de las casas.
El Gobierno Regional de Ica brindó apoyo a los moradores de dicho complejo con bobinas de plásticos, carpas, colchones y módulos de salud.
Por los daños causados, se vio que las casas estaban hechas a base de bloquetas.
Mientras las familias estaban entristecidas por las casas destruidas, los vecinos del complejo retiraban los troncos de los restos de las plantaciones de uva que trajo el huaico.
CANSAS. Leodán Hualla Casavilca apenas pudo salvar a los cerdos que cría en la quebrada de Cansas. Un huaico que cayó la tarde de ayer se llevó algunos patos y gallinas que tenía en su corral.
Lamentó que ninguna autoridad realizara el trabajo de descolmatación de los diques de Cansas, que actualmente están colmatados con lodo y piedras.
Dicha quebrada se activó por el persistente aguacero y los diques no cumplieron su trabajo de contener el huaico al estar colmatadas. El huaico desembocó en el cauce de La Achirana.