Desde el pasado domingo 24 de noviembre, el cauce La Achirana del Inca, en el distrito de Parcona, viene recibiendo descargas de aguas residuales, generando una grave contaminación que afecta a la población aledaña.
Foco infeccioso
Según inspecciones del organismo regional, las aguas servidas alcanzan hasta el poblado de Huamanguilla, dejando a su paso malos olores, proliferación de insectos y riesgos de enfermedades.
Este problema, que se arrastra desde hace varios años, sigue sin solución por parte del Otass y Emapica, responsables de la gestión del sistema de aguas. Los vecinos de Parcona y Los Aquijes, entre otros sectores afectados, han denunciado la presencia de charcos con olores fétidos en un tramo de más de 3 kilómetros.
La Fiscalía de Prevención del Delito ha presentado una denuncia formal por atentado contra la salubridad pública en los sectores de Huamanguilla y San Martín, los más afectados por esta situación. Los moradores responsabilizan a Emapica por no garantizar el adecuado mantenimiento del sistema y permitir la descarga de aguas residuales en el cauce principal, lo que representa un atentado contra el medio ambiente y la salud pública.
Ante esta problemática recurrente, los vecinos exigen soluciones inmediatas y un plan integral para evitar que este tipo de incidentes siga ocurriendo año tras año. Además, han solicitado la intervención de las autoridades locales y nacionales para garantizar que el cauce La Achirana sea preservado y deje de ser un foco de contaminación que pone en peligro a cientos de familias.