Inicia operación la planta municipal de valorización

En el local del vivero municipal de Chincha se inició la operación de la planta de valorización de residuos sólidos orgánicos municipales. El trabajo que se realiza en este lugar será la del cultivo de plantas ornamentales que luego serán colocados en diferentes partes de la ciudad. También se está produciendo abono orgánico que se obtienen de la mezcla de residuos de origen vegetal, restos leñosos y otros materiales.

El alcalde Armando Huamán Tasayco refirió que el personal de la Unidad de Residuos Sólidos del concejo municipal, está a cargo del procedimiento para la obtención del abono que luego se utilizará en las plantaciones del vivero.

PROCESO. Para obtener el fertilizante denominado “Chincha Compost” se combinan los residuos orgánicos previamente seleccionados y que provienen de la actividad humana.

Con este abono se nutre las plantas ornamentales que se cultivan en el vivero y que luego serán llevados a los lugares en donde se ha identificado que vecinos irresponsables están arrojando basura.

“Nosotros teníamos el problema de la basura que dejaban cerca del colegio, pedimos al alcalde que intervenga y ahora toda la zona que antes estaba llena de basura está arborizada”, señaló la directora de la I.E. Próceres de la Independencia, Tula Guillen.

Este fertilizante, también se destina para las plantas de pan llevar que, con apoyo de estudiantes de institutos y universidades, se vienen cultivando. Huamán Tasayco, indicó que la producción que se obtenga y que está libre de insecticidas y pesticidas será entregada a los comedores populares y vasos de leche para la asistencia de las familias más necesitadas.

“Tenemos la oportunidad de aprovechar al máximo los residuos sólidos y lo estamos haciendo”, puntualizó.

Otra de las operaciones de la planta de valorización de residuos sólidos es la selección de materiales de reciclaje. Para este trabajo la municipalidad articula esfuerzos con la Asociación de Recicladores Chincha “Reciclando por un mundo mejor”. Las personas dedicadas a este oficio se quedan con las especies que son de utilidad para su comercialización y así consiguen ingresos económicos para el sostén de su familia, a la par mitigan la contaminación ambiental.