Sofía Laura Pacheco Vargas amaneció en el penal Cristo Rey de Cachiche al ser sentenciada, por el Juzgado Penal Colegiado Supra Provincial Transitorio de Ica, a ocho años de prisión por el delito de contra la administración pública en la modalidad de cohecho pasivo propio.
El fiscal provincial Giancarlo Talavera sustentó la acusación y comprobó que Pacheco Vargas, quien en el 2012 laboraba como docente del sexto grado de primaria de la Institución Educativa N° 2356 Edmundo Zambrano Cárdenas del distrito de Santiago, solicitaba dinero a la estudiante de iniciales R. G. H. R. (11).
En abril de aquel año, la encarcelada profesora comunicó a la escolar que tenía un bajo promedio en el curso de Religión y le exigió una determinada cantidad de dinero para elevar su calificación.
Todo el 2012 fue un martirio para la niña que sustraía entre 20, 30, 50, 80 y hasta 120 soles de la tienda de abarrotes y ahorros familiares.
La historia se acabó el 21 de diciembre del mismo año, cuando la menor muy nerviosa le pidió a su tío Jaime Páucar Gonzales una cantidad de dinero. El familiar exigió el motivo y la menor reveló que su profesora le solicitaba el dinero para subir sus calificaciones y pasarla de año.
El mismo día, los familiares decidieron grabar una conversación. La menor le preguntó: Cuánto le traigo. Al otro lado del equipo telefónico, la docente respondió: no sé, ya tú sabes Rosita, cuánto será, no sé.
La escolar retrucó: Si le traigo poco usted me dice: no, yo quería más, usted diga. La docente respondió: No sé si se podrá traer cien. No sé, tú podrás traer cien o algo más. Depende de tu voluntad.
La escolar reconoció que le iba mal en Religión porque no hacía la tarea, y por ello la docente le empezó a solicitar diversas sumas de dinero. El monto máximo entregado asciende a 120 soles, dinero que sustraía de la tienda de sus familiares y también del dinero que guardaba su abuela.