La delincuencia no tiene límites y apunta directo a los negocios sin importar si están vacíos o llenos de clientes. Seis sujetos asaltaron una conocida pollería en el centro de la ciudad, donde también le quitaron todo a los comensales.
Momentos de terror vivieron los comensales y trabajadores de la pollería Rokys, ubicada en la quinta cuadra de la avenida Matías Manzanilla.
Habían pasado cinco minutos de la medianoche de ayer, cuando seis sujetos armados ingresaron al local como si fueran clientes, entre ellos había una mujer. Minutos después sacaron sus armas de fuego y se colocaron en diferentes lugares del local, donde redujeron a los trabajadores y a los comensales, a quienes les quitaron todos sus objetos de valor.
Uno de ellos se colocó en la puerta de ingreso, otro junto a la cajera, dos le quitaban sus cosas a los clientes y la mujer observaba todo.
Los hampones apuntaban con sus armas a los comensales y trabajadores. Amenazaban con matar a quien opusiera resistencia. La cajera también se vio obligada a entregar todo el dinero.
CAE CÓMPLICE. Cuando la cajera aún no acababa de entregar el efectivo, los sujetos decidieron escapar, pero la cómplice se quedó a recoger lo que quedaba en la caja. No se dio cuenta de que ellos ya estaban afuera y una de las trabajadoras no lo pensó dos veces y agarró del cabello a la ladrona, con quien empezó a forcejear. Los demás empleados también se abalanzaron sobre ella y lograron capturarla.
Los otros delincuentes escaparon en dos autos Tico en donde sus cómplices los esperaban.
SIN CÁMARAS. Los testigos contaron que los delincuentes no tenían el rostro cubierto pero portaban gorros con los que cubrían parte de sus caras. Además, al parecer los asaltantes conocían que el local de la pollería no contaba con cámaras de videovigilancia.
La mujer detenida responde al nombre de Janeth Sheyla Almeyda Rentaría (18), quien es de Lima. Se negó a revelarlos nombres de sus cómplices.
Los mismos comensales la entregaron a la policía para que sea procesada por el delito de robo agravado. Tenía un bolso donde estaba escondiendo parte del dinero. Solo se pudo recuperar mil quinientos soles.
El botín mayor está en manos de sus cómplices. Se desconoce aún la cifra de todo lo robado junto a las joyas, equipos celulares y dinero de los comensales.
INVESTIGAN. Trascendió que mientras los asaltantes escapaban, un policía de civil ingresaba a consumir en la pollería y se percató de cómo la mujer forcejeaba con los trabajadores.
El caso lo investigan los agentes de la comisaría de Ica.
La policía no descarta que la banda sea integrada por foráneos que se vinculan a los delincuentes de Ica. Fuentes policiales informaron que la modalidad con la que operan es la misma que emplean en Lima.
Se investiga si la mujer que integraba la banda tiene antecedentes por robo o familiares vinculados a la delincuencia, lo que puede ayudar a identificar y capturar a sus compinches en los próximos días.