“A partir de hoy le declaramos la guerra a la delincuencia. Dispondré la inmediata evaluación de los antecedentes penales y policiales de los trabajadores del Serenazgo, porque no vamos a confiar la seguridad de nuestras familias a delincuentes”, manifestó con firmeza el nuevo alcalde provincial de Julcán, Tarsis Reyes Castillo, durante su primer discurso pronunciado en la plaza de armas, al término de su juramentación.
VER MÁS: La Libertad: Electo alcalde de Julcán renunció a su militancia en Trabajo Más Trabajo
No cabe duda que el mensaje fue desafiante, teniendo en cuenta que, tan luego ganó la elección, fue extorsionado. Delincuentes le pedían 20 mil soles para no atentar contra su vida.
Para concretar su propósito dijo que fortalecerá las coordinaciones con la Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público y mejorará la logística del Serenazgo. Insistió que no habrá trabajador alguno - que trabaje en seguridad ciudadana- que tenga cuestionamientos en su integridad personal.
Reyes Castillo anunció que emprenderá una férrea política de integridad pública, como parte de las acciones de prevención y lucha contra la corrupción, lo cual está normado en nuestro país.
PUEDE LEER: La Libertad: Extorsionadores exigen S/ 20,000 a electo alcalde de Julcán
Reveló que durante el proceso de transferencia con su antecesor Marco Antonio Rodríguez Espejo encontró una gestión en caos y sin un rumbo u horizonte definido.
La nueva autoridad provincial de Julcán manifestó que han encontrado sobrecarga de personal, pues sólo en el mes de diciembre último han laborado, bajo la modalidad de locación de servicios, más de 100 personas.
“Es decir, la unicipalidad se había convertido en una agencia de empleos”, sostuvo el burgomaestre.