El precandidato del Partido Morado con el número 1 en la lista N°2 presentada en la región La Libertad, José Alfredo Jiménez Arteaga, aseguró que no es el momento para cambiar la Constitución, porque es un cambio muy complejo y que debe tomar su tiempo, pero si podemos hacer reformas constitucionales importantes y necesarias, y que en todo caso será el nuevo gobierno quien deberá asumir esa voluntad de cambio.
Ingeniero civil y agrícola, egresado de la UNT, Jiménez Arteaga tiene amplia experiencia en el sector privado y también en el sector público, desempeñándose recientemente en la Jefatura zonal de Trabaja Perú. Por eso afirma que una de las prioridades es mejorar la infraestructura productiva y agrícola en toda La Libertad. De llegar al Congreso y desde la función de fiscalización y de representación, se comprometió a promover leyes y normativas claras para llenar los vacíos que tiene el Estado.
“Uno de los principales problemas es que los municipios no presentan proyectos completos o bien sustentados técnicamente, lo que s e suma a que los funcionarios tampoco tienen la voluntad de apoyarlos y asesorarlos, en mi caso con un equipo técnico empecé a darles el apoyo necesario, pero esto debe ser una política de Estado, para evitar incluso los actos de corrupción que genera esta situación”, dijo.
Es partidario que se priorice infraestructura productiva antes que otros tipos de obras.
“Las poblaciones vulnerables necesitan infraestructura como canales de regadío, pistas, carreteras, antes que lozas deportivas”, dijo.
El precandidato llegó al Partido Morado, cuando leyó a Francisco Sagasti y su su ideario, sobre los cuatro ejes, la libertad individual, la acción colectiva, el ámbito biofísico y la trascendencia. Fue ahí que coincidió con los valores morados, la transparencia, la meritocracia, la vocación de servicio, y el desarrollo del talento.
“La materia prima no es el oro o la plata sino el conocimiento que te permite transformar el orden de cosas e ir hacia el desarrollo, si enseñas valores ya no hay posibilidad para la corrupción”, asegura.
Luego, dijo que “La sierra es ganadera, minera y agrícola, pero la mayoría de emprendimientos en la sierra y los valles son empíricos, no hay capacitación, y cambiar eso tiene que ser una política de estado, tenemos que capacitarlos y agruparlos para exportar. La sierra liberteña permite tener una diversidad de cultivos, pero no es aprovechada, los gobiernos locales, no cubren ese vacío, el Perú es un país agrícola”.