La resistencia del valle contra el coronavirus

Escrito por Alonso Gordillo

Los llaman la resistencia. Más de un centenar de voluntarios se han revelado ante el mortal coronavirus y sin importarles las consecuencias cuidan las fronteras de los ocho distritos de la provincia de Ascope y sus centros poblados. No les importa ganar un sol por hacerlo, solo lo hacen para evitar que esta pandemia mate a sus familiares, amigos, vecinos y a la población.

EN PIE DE LUCHA

 Todos sabían que el Covid-19 iba a golpear fuerte primero a Trujillo, por ser la capital de la región La Libertad, y luego sus tentáculos iban a comenzar a extenderse por las otras provincias, y así fue. Ascope es una de las más próximas y está constituida por ocho distritos, de los cuales siete ya tienen a personas que han sido infectadas por este virus. Solo el de Magdalena de Cao es el que se salva. En Ascope, hay un total de 19 infectados.

Ante esto los pobladores han tenido a bien hacer grupos de voluntarios para poder controlar el ingreso y salida de los habitantes. Eso sí, si no eres de la localidad, simplemente no entras.

“Nos hemos unido para poder controlar la propagación del coronavirus, porque sabemos muy bien que las acciones que hace la Policía, el Ejército y la municipalidad y en conjunto que pueda hacer con la ciudadanía el resultado será muy positivo. Las 24 hacemos el control sanitario en la cual 23 voluntarios hacen el control en dos turnos desde las 5 de la tarde hasta las 5 de la mañana”, manifestó Paulo Solano, coordinador del voluntariado del centro poblado de Cartavio.

La función que cumplen estos muchachos es verificar que personas que no son de la localidad no ingresen. Esto como precaución a que puedan estar infectadas y luego contagien a la población.

Ellos se ubican en la entrada de Cartavio y, junto a los militares, al ver un vehículo se acercan y le piden sus documentos. “Solo está permitido el acceso al transporte que lleva víveres de primera necesidad, ambulancias y personal del Ejército y la Policía”, indicó.

NO A LOS FORÁNEOS

En el distrito de Rázuri, que está a una hora y media de Trujillo, existen más de tres fábricas pesqueras, las que en los próximos días deben comenzar a funcionar, pese a que sus pobladores se oponen. Acá, una de ellas ya tiene a dos trabajadores de coronavirus y otra decena se encuentra aislada.

Por tal motivo, los moradores del balneario, también conocido como Puerto Malabrigo, han decidido hacer una barrera humana para prohibir el ingreso de los foráneos. “No estamos dispuestos que por la ambición de llenarse los bolsillos las pesqueras nuestra población termine contagiado. Son tres los reportados con el coronavirus, pero todos ya fueron trasladados a Trujillo”, dijo un morador.

Si el vehículo es autorizado para ingresar a la localidad, primero les piden a los ocupantes que desciendan, les piden sus documentos y, tras corroborar que todo está en regla, los desinfectan al igual que al carro y pueden seguir su camino.

Estas mismas medidas también han sido adoptadas por los voluntarios de los distritos de Casa Grande, Paiján, Chocope, Chicama, Ascope y Santiago de Cao.