Le recuerdan a Llempén la otra agenda que atender
Le recuerdan a Llempén la otra agenda que atender

Desde que inició la gestión de  al frente del Gobierno Regional de La Libertad, un tema, evidentemente, ha ganado prioridad en su agenda: el destrabe de las obras en la III Etapa del Proyecto Especial Chavimochic (Pech).

Se ha precisado que solo con terminar la presa Palo Redondo se incorporarán 40 mil nuevas hectáreas en la I y II etapa, en la provincia de Virú. Además, se generá inmediatamente 10 mil puestos de trabajo de manera directa.

MALA VISIÓN

Sin embargo, para la consejera regional de Virú, Mirtha Higa Urquiaga, quien es militante de la agrupación política Súmate, el gobernador regional no tiene una visión integral para lograr el desarrollo de la región, ni mucho menos de cómo sacar del atraso a su provincia.

SIN MAYOR BENEFICIO

Y es que, aunque parezca difícil de creer, para la mayoría de los pobladores de Virú, la reactivación de las obras de la III Etapa del Pech, lejos de despertar entusiasmo, provoca incertidumbre.

Mirtha Higa lo explica de esta manera: “Nos han dicho que terminada la presa Palo Redondo vamos a tener muchos millones con la producción de estas tierras eriazas, pero ellos están viendo eso sin un estudio de impacto ambiental, ni social”.

Según la consejera, el 70% del agua con la que se riegan las tierras de la I y II Etapa del Pech, se ha ido por el subsuelo y ha dañado el terreno agrícola en la parte baja, como es Huancaquito.

“Lo mismo pasará en las tierras de la III etapa sino priorizan los drenes para proteger la napa freática. Ellos solo se preocupan por regar los grandes cultivos de las empresas y no se preocupan por los daños colaterales en la provincia de Virú”, enfatizó.

PROBLEMA OCULTO

Higa explica que sumar 40 mil nuevas hectáreas de cultivo en Virú significa una gran masa de población migrando a la provincia en busca de trabajo.

“Pero, Virú no cuenta con un nuevo hospital, ni mucho menos con nuevos colegios. Aquellos niños que vienen del ande son condenados a vivir en la ignorancia, pues no hay vacantes en los colegios y no pueden matricularse. Si se enferman no pueden atenderse, pierden el derecho a la educación y a la salud”, advirtió.

LOS RETA

La consejera retó a las autoridades que aseguran que las obras de la III Etapa del Pech son sinónimo de beneficios para la población.

“Me gustaría que lo demostraran. Mira, en Virú, a pesar del gran número de población, solo tenemos comercio ambulatorio, porque no hay ni un centro comercial. Los migrantes son condenados a vivir en la miseria y vivir en condiciones inhumanas, porque viven en viviendas sin agua y sin desagüe, viven hacinados. Las empresas no han hecho su labor social”, puntualizó.

EL TEMOR CRECE

Pero esa no es la única preocupación en los viruñeros, pues Higa sostiene que otro de sus temores está relacionado al riesgo que significa el puente Bailey, instalado en marzo de 2017 de forma provisional sobre el río Virú, pues temen que este en cualquier momento colapse, ya que, según expertos, su vida útil es solo de un año.

“Ese puente Bailey fue colocado con la promesa, entre comillas, del Gobierno Central que solo estaría ahí por un año, pero ya han pasado más de dos años y esta obra no ha sido considerada en el proceso de Reconstrucción con Cambios y, a pesar de ello, ni el gobernador, ni el exalcalde ni el actual han mostrado su preocupación porque se construya el verdadero puente”, señaló.

RIESGO PROBADO

La preocupación de la consejera Mirtha Higa con respecto al puente Bailey es compartida por el congresista liberteño Luis Yika; incluso, ambos han realizado visitas al sector.

“Es lamentable que a pesar del tiempo transcurrido desde que ocurrió el fenómeno de El Niño Costero se siga usando el puente Bailey, cuyas estructuras podrían colapsar en caso se presenten torrenciales lluvias”, explicó el parlamentario.

Yika resaltó que sería perjudicial un eventual colapso de este puente, toda vez que es la única vía para trasladarse de sur a norte.

El legislador se ha comprometido en insistir ante el Ejecutivo para que agilice la construcción de un puente definitivo que garantice el tránsito normal y fluido por esta importante vía.

QUE SE PREOCUPE

Quien también se ha pronunciado sobre el particular es el excandidato al Gobierno Regional de La Libertad, Miguel Rodríguez Albán, de la agrupación política Súmate.

El también abogado opinó que el puente Bailey está deteriorado y se requiere de una urgente intervención.

“Esto es competencia del Ministerio de Transportes, pero entiendo que hay una preocupación por parte de la municipalidad de Virú, y creo que en torno a eso también debe haber preocupación en el gobierno regional”, añadió.

Sobre el impacto de las obras de la III Etapa del Pech, mencionó que se está viendo desde una perspectiva empresarial; pero no desde la población.

“Las familias asentadas a lo largo del territorio de impacto han tenido ciertas oportunidades de empleo, pero no hay el acompañamiento en infraestructura urbana, de mejores servicios, no se ha visto la responsabilidad social por parte de las empresas agroindustriales. Virú necesita un hospital ya”, puntualizó.

Correo trató de obtener la versión del gobernador Manuel Llempén Coronel, pero fue imposible. De la misma manera tratamos de contactarnos con el vicegobernador Ever Cadenillas, pero tampoco contestó las llamadas.