¿Por qué quieres ser congresista?
¿Por qué quieres ser congresista?

A los señor@s congresistas que manejan su dinero y les parece una bicoca su sueldo, se les informa, felizmente, que son libres de escoger otra chamba. Solos se delatan cuando algunos parlamentarios afirman que no necesitan de esa plata. Si es así, ¿para qué van?, ¿poder?, ¿dinero de otras arcas?, ¿protección parlamentaria?

Entonces, uno especula y, bueno, se pregunta, si estos legisladores no vienen por el miserable sueldo de unos 27 mil soles, entonces lo harán por las leyes. Pero, claro, no por las normas para una mejor convivencia entre sus electores, sino para algún grupo empresarial que les contacte o les pase la factura de la campaña.

Así conozco varios casos de personajes que entraron al Congreso para sacar licencias de universidades, levantar edificios, mejorar sus residencias, inflar su patrimonio, confeccionar leyes de cuota de pesca, permisos especiales, entre otras como la restitución de directores y subdirectores que no pasaron el examen de la carrera magisterial.

Por eso, es un arma de doble filo escoger a la mujer u hombre acaudalado, a quien creen que por tener dinero no se dedicará a robar. Premisa tan falsa, como aquellas personas que faltan al Congreso y se creen más honestas por no cobrar. Es aquí donde deben prestar más atención. Porque la plata, como el muerto, no se puede ocultar.

El presidente del Congreso, Daniel Salaverry, comenta con acierto que quien no viene a trabajar se le descontará. Correcto. Sin embargo, también quisiéramos que esa frase tenga todo el sentido de sus palabras, obligatoriamente. Asistir no significa producir. Hay quienes, como en el colegio, van a calentar la banca esperando la salida y pasar por caja.

Claro que en el Legislativo no todo es producir leyes. Hay quienes se dedican a ejecutar el control político. Pero, la función del congresista no es lo uno o lo otro, sino ambas. Por lo tanto, mienten parlamentarios como Mauricio Mulder, quien dice que al Congreso no solo se va a producir normas. Le entiendo, señor, también van a cobrar demás.

Ojalá que los electores perciban que el asistir al Congreso es una obligación moral de quienes en campaña pidieron un voto. Más aún, trabajar por un país alejado de actos corruptos. Quienes dicen lo contrario, aquellos que les interesa más la inmunidad parlamentaria, les están timando.