Trujillo: Autos Tico se quedan al menos 2 años más tras modificarse ordenanza

La inminente amenaza y temor de quedar sin empleo que sentían los miles de choferes de autos Tico, y los del modelo Suzuki Alto, se esfumó ayer cuando los regidores de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) aprobaron por mayoría un proyecto de ordenanza que amplía el periodo de permanencia de las unidades vehiculares que pesan menos de 1000 kilos y que prestan el servicio de taxi.

Con la nueva normativa, que se implementará con cuestiones técnicas en los siguientes días, estas unidades móviles, cuyos modelos son considerados inseguros porque no fueron diseñados para el servicio de transporte público, permanecerían al menos dos años más en las pistas de Trujillo.

MODERNIZACIÓN. Ocurre que hace tres años, el pleno del concejo de la MPT aprobó la ordenanza Nº 053, cuyo objetivo era modernizar y ordenar el transporte de servicio público en la localidad.

La aludida ordenanza indicaba que más de 300 microbuses y combis deberían salir de las pistas por su antigüedad y por su pésimo estado.

Asimismo, se precisaba que al menos 2000 autos Tico y del modelo Suzuki Alto deberían dejar de circular en Trujillo.

Esa misma ordenanza fue ratificada el 2016 durante la gestión del alcalde Elidio Espinoza Quispe, con la precisión de que el 31 de diciembre de ese mismo año todos esos vehículos salgan de circulación. Esto no ocurrió.

EL DECRETO SUPREMO. Sin embargo, cuando se esperaba que el 2017 inicie la modernización en el sector Transporte, el presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, Anthony Novoa Cruzado, regidor del oficilismo, advirtió que existía el decreto supremo N°033-2011 que modifica el decreto supremo N°058-2003 y que en resumen señala que si los choferes obtuvieron su tarjeta única de circulación hasta el años 2011, ya no se le puede considerar el peso del auto para sacarlos de las pistas, sino el tiempo de fabricación del carro. Es decir, vehículos de más de 20 años de antigüedad no podrán prestar servicio de taxi

Fue esta información la que Anthony Novoa expuso ayer durante la sesión de concejo a fin de que el resto de sus colegas aprueben la ordenanza que amplía el periodo de permanencia de las unidades vehiculares que pesan menos de 1000 kilos y que prestan el servicio de taxi.

CRONOGRAMA. La propuesta es realizar un cronograma, de tal manera que este fin de año salgan de circulación los vehículos fabricados el año 96 y así sucesivamente, de manera tal que les dan al menos tres años más para que los choferes de autos Tico sigan brindando el servicio de taxi.

REACCIONES. Tras la exposición de Anthony Novoa, el primero en solicitar el uso de la palabra fue su colega Edward Berrocal, quien saludó el trabajo de la comisión de Transporte y cuestionó el desempeñó del gerente del sector, José Benites, por no haber podido solucionar este problema.

No obstante, Berrocal propuso sistematizar los datos de la cantidad de autos Tico y el modelo Suzuki Alto, que se han visto protegidos por este decreto supremo, y cuántos son los vehículos que tienen que salir este fin de año, ya que de esta manera se evitará que se filtren choferes que no son beneficiados con esta normativa.

La regidora Esperanza Yarlequé Saldaña tuvo una opinión distinta, pues desde su punto de vista, el informe presentado por su colega Anthony Novoa carecía de datos fundamentales que impedía que los concejales puedan tomar una decisión con conocimiento del caso. “No sabemos cuántos son los choferes que ingresan a ser favorecidos con este decreto supremo, ese dato no está en el informe que nos han alcanzado”, agregó.

Por su parte, Rocío Taboada Pilco opinó que mientras todo se dirija bajo la normatividad del decreto supremo N°033-2011, no debe existir ningún temor de los choferes.

“Creo que están en su derecho y cuando el derecho te asiste no se mendiga nada. Lo que sí digo es que los conductores de estos vehículos tienen que mejorar sus unidades”, enfatizó.

El regidor Fernando Rojas también pidió que se anexe más información al informe y su colega Luis Sánchez cocindió con él y planteó, además, que se convoque a otra sesión, pero el alcalde Elidio Espinoza no hizo caso al pedido y dispuso que se votara.

Al final, ocho regidores votaron a favor de modificar la ordenanza, mientras que otros seis evitaron levantar la mano. Quedó en acta que se negaron a votar.