Han pasado casi 6 años desde la colocación del enrocado, hasta la declaratoria en situación de emergencia en los distritos costeros y hoy en día muchas familias continúan en zozobra.
Es evidente el estado calamitoso en el que viven las familias de Buenos Aires, azotadas por la erosión costera. Y es que a diario cientos de vecinos de la calle Colón, en el distrito de Victor Larco, duermen con la incertidumbre de que en algún momento el mar volverá a azotar sus viviendas.
A pesar de los sacos de arena y las reparaciones que han podido hacerle a sus precarias viviendas, muchos ya lo perdieron casi todo.
Tal es el caso de Santiago Pérez y su esposa Nora Benites, quienes nos muestran el pésimo estado en el que tiene que vivir por falta de dinero para trasladarse a vivir a otro lugar.
“Las autoridades nos han dado una carpa que solo nos sirve para dormir. En las mañanas venimos a la casa para cuidar nuestras cosas. Queremos que nos ayuden pronto, porque el mar puede volver a salir en cualquier momento”, pide Santiago
Sin embargo, apesar de que las autoridades vienen gestionando la reubicación, muchos de ellos se rehúsan a dejar sus casas.
Así lo manifiesta Sandro Torres, quien nos cuenta que no dejaría su casa a pesar de todos los daños.
“Yo vivo aquí 40 años y no estoy de acuerdo con la reubicación. Es difícil comenzar de nuevo, además yo trabajo aquí”, cuenta.