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No hay nada más antidemocrático y obtuso -e incluso aburrido- que un gobierno sin oposición, o con una oposición débil, ya sea por incapacidad o por conveniencia. Y esto es lo que ocurre en el ; para ser más precisos, en el Consejo Regional.

Hace poco el señor Dante Chávez, consejero delegado, es decir, titular del Consejo Regional de La Libertad (el ente llamado a fiscalizar la gestión de César Acuña), se quejaba desde su cuenta de Facebook porque este diario había emitido un informe periodístico sobre el escaso trabajo de fiscalización de los miembros del pleno.

A propósito del sospechoso silencio en el consejo, decía, en su defensa, que el hacer escándalo no era sinónimo de fiscalización.

Sí, es cierto. No se necesita hacer escándalo para fiscalizar. Pero la verdad que lo que ocurre en el Consejo Regional ya linda con lo patético.

Dante Chávez se ha convertido en un defensor impenitente de Acuña. Está bien, es su derecho serlo si así lo quiere; es el líder de su partido y seguramente se debe a él y a él responde. Pero lo que no podemos tolerar es un consejo monolítico, atónico, cabizbajo. Aquí no hay contrapoder, hay un silencio que se puede tornar en cómplice. Porque, para empezar, ¿cómo es posible que ningún consejero haya mostrado contrariedad cuando se supo que Acuña dejaría la Región? ¿Cómo es posible que tirios y troyanos, mayoría y minoría, hayan aplaudido cual monos amaestrados la polémica decisión del gobernador de dejar el cargo que en campaña juró no dejar jamás?

Esta semana, en la última sesión de consejo, hubo un incidente que grafica lo que ocurre en este ente “fiscalizador”. Acuña ingresó a la sala de sesiones y el pleno se puso de pie y empezó, literalmente, a aplaudirlo. Sí, igual que hacen los súbditos con el rey. O como si de pronto Acuña encarnara la versión trujillana de aquel recordado papel cinematográfico de Marlon Brando.

Hace poco también, tal vez para maquillarse un poco, el Consejo Regional aprobó la creación de la Comisión Regional Anticorrupción. ¿Y según el acuerdo quién la presidiría? Pues César Acuña, el gobernador regional que dicho sea de paso tiene más de un asunto por explicar.

Y es que una cosa es trabajar de manera coordinada y otra renunciar a la fiscalización real de una gestión.