Sin ningún tipo de remordimiento y con total sangre fría, el vigilante investigado por el feroz crimen de una modelo en una residencia de la exclusiva urbanización El Golf le confesó a la Policía que gastó los 2,300 soles que robó en un tragamonedas del centro de Trujillo. 

Aunque en un primer momento el vigilante Ronal Vera Alfaro (37) fingió desconocer lo que había sucedido, tras conocerse los primeros resultados de las pericias policiales terminó confesando que fue él quien mató a Karina Marsella Copia Pérez (24).

PESQUISAS

Debido a que los familiares de la joven modelo no lograban comunicarse con ella, cerca de las 4:00 p.m. llamaron a los vigilantes Ronal Vera e Isabel Cuzco para que ingresen a la vivienda y vean lo que pasaba.

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Según comentó el segundo de los mencionados, ambos treparon la pared y al ingresar al predio encontraron a la víctima en la cocina y sin signos vitales, por lo que alertaron a la Policía.

Según indicó el jefe de la sección de Homicidios de la Divincri, Eszequiel Peña Miranda, cuando llegaron a la casa notaron que Ronal Vera Alfaro se mostraba frío y no se conmovía por lo que acababa de suceder.

A fin de esclarecer los hechos, los peritos toman las huellas de las zapatillas de ambos vigilantes y recién la tarde del lunes logran detener al sospechoso al conocerse los resultados de las pericias hechas a la impresión de una huella hallada en la escena del crimen.

El vigilante, quien trabajaba unos seis años para la familia, aceptó que asesinó a Karina, excusándose en que “se le fue la mano”.

“Él (Ronal Vera) dice que ‘se le fue la mano’, que él solamente quería amenazarla (...) El dinero se lo gastó en el tragamonedas, 300 soles solo le quedaba”, indicó el oficial.

En su confesión también dijo que se llevó la navaja con la cual le cortó la yugular a la modelo a su casa situada en Buenos Aires, donde la tarde del lunes fue hallada por la Policía.