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Esto, al menos, es lo que habría confesado ayer al congresista Yehude Simon Munaro, quien tuvo la oportunidad de reunirse con él por espacio de media hora al interior del centro penitenciario de Chiclayo (ex Picsi).

SE QUIEBRA. Como detalla Simon, el encuentro tuvo lugar durante la visita sorpresiva que realizó al penal para conocer el estado en que se encuentran los internos. Pidió entonces reunirse con Torres, quien en ese momento se encontraba en el tópico.

“Pedí que me dejaran solo con él, incluso al principio pensé que habría un rechazo (Simon, en su momento, denunció irregularidades en la gestión edil), pero no fue así. Está totalmente aislado, todo el día se rompe en lágrimas, siento que está con una depresión muy fuerte”, expresó el legislador en entrevista con Correo.

Durante la charla, agrega, en muchas ocasiones la voz del exburgomaestre terminó por quebrarse, en especial cuando se refería a su familia.

“Está en un mundo en el que nunca imaginó estar, no toma, creo yo, consciencia de que su situación es grave, él cree que puede salir en los próximos días”, revela Simon.

De acuerdo a lo que pudo constatar, agrega, la ex autoridad edil no conversa con nadie desde que ingresó al penal, ni siquiera ha tenido contacto con sus exfuncionarios y pasa mucho tiempo en el tópico, donde le miden la presión tres veces al día.

“Él insiste en su inocencia, dice que no hay lavado de activos”, refiere el congresista.

DEFENSA. Tras su encuentro con el llamado “Jefe”, Yehude Simon señala que debe hacerse justicia y aplicarse la sanción que corresponda, pese a todo.

“Visité el penal y al señor Torres desde un punto de vista humano, sin justificar ningún delito”, aclara Simon Munaro.

Asimismo, dice que, a su parecer, tanto la posición del exalcalde como el tipo de defensa que está manejando hasta el momento, no le favorecen.

“(César) Nakazaki tiene una posición muy clara de que Roberto Torres debe hacer una confesión sincera, pero Torres no está dispuesto a hacer ninguna confesión”, advierte el parlamentario.

Recalca, así, que si bien le expresó que su resistencia a colaborar con la investigación no contribuye a mejorar su estado, Torres Gonzales sigue sosteniendo que todo se debe a la gente que lo estuvo rodeando cuando ocupaba el sillón de la Municipalidad Provincial de Chiclayo.

“El Jefe”, como se recuerda, fue capturado tras permanecer prófugo durante 8 días. Desde entonces, han sido varias las ocasiones en que su presunto mal estado de salud ha impedido la realización de interrogatorios y pericias que permitirían conocer más a fondo el verdadero alcance de la presunta red criminal que dirigió desde la comuna, “Los limpios de la corrupción”.