Encarcelan a policía sindicado de matar de un balazo a colega

Si bien la muerte del policía Álex Jonathan Fernández Llatas sigue marcada por hechos que no están del todo claros, ayer el Poder Judicial dispuso enviar al penal de Chiclayo al presunto autor del disparo que puso fin a su vida la noche del pasado miércoles 4 de julio.

Se trata del también efectivo policial Leandro Ezequiel Regalado Jiménez, de 22 años, contra quien el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de la ciudad ordenó 6 meses de prisión preventiva.

POSICIONES. Durante la audiencia, tanto el fiscal Carlos Effio Huamanchumo, de la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Chiclayo, como al abogado defensor, Tito Esteves Torres, expusieron sus argumentos.

Si bien la defensa del agente Leandro Regalado sostuvo que este último actuó en legítima defensa, con el fin de salvaguardar su vida, y además como parte de su labor, el juez Víctor Torres Sánchez consideró que los elementos presentados por el Ministerio Público sí fundamentaban una medida coercitiva.

Según sostuvo, debido a que el imputado podría recibir una pena de 10 años de cárcel por el delito de homicidio doloso simple, esto podría dar lugar a futuros intentos de obstaculizar la investigación.

Una vez conocido el fallo, el abogado Tito Esteves dijo que presentarán el respectivo recurso de apelación. Para el hombre de leyes, se debe tener en cuenta que los dos policías implicados, como parte de su trabajo, se vieron envueltos en un hecho confuso, donde el agraviado, que se encontraba en estado etílico, fue el primero en disparar.

LOS HECHOS. De acuerdo a la información recogida hasta el momento por la Fiscalía, aquella noche el suboficial Álex Fernández Llatas, quien se encontraba de franco, había estado bebiendo licor por alrededor de tres horas con dos amigos en la prolongación Garcilaso de la Vega, esquina con la calle Danubio, del pueblo joven San Nicolás, Chiclayo.

Según relató uno de los amigos, Rubén Sandoval Farfán, fue al promediar las 10:00 de la noche que dos hombres sin casco, a bordo de una moto lineal, se estacionaron cerca de donde se hallaban bebiendo.

De acuerdo a la versión de dicho testigo, estas personas ya habían pasado cerca de ellos hasta en cuatro oportunidades durante todo el rato, por lo que, al verlos detenerse y descender del vehículo, el policía Fernández Llatas empezó a hacer disparos al aire, dando lugar a un fuego cruzado con quienes resultarían ser dos efectivos de la Comisaría de El Porvenir, Leandro Regalado y el también investigado César Coronado Tarrillo. Ambos venían siguiendo el rastro del sicario Roni Requejo, más conocido como “Percanza”.

En medio de la confusión, una bala perforó la cabeza del suboficial, ocasionándole la muerte. Luego, una pericia balística determinaría que el proyectil pertenecía al arma del policía que, tras la audiencia de ayer, fue trasladado al penal.