Hace tres meses, el joven universitario Carlos Homero Castañeda, de 21 años, inició un proyecto para proteger a los perritos abandonados en la ciudad de Chiclayo.
Carlos implementó un pequeño taller en la azotea de su casa y aquí, reutilizando calaminas y maderas recicladas, construye casas para que los perritos sin dueño que pernoctan en las calles, tengan donde cobijarse.