Exigen cadena perpetua para autor confeso de triple crimen

Tanto Janeth como sus dos pequeños hijos ya no están con ellos y no podrán volver. Sus familiares lo saben y, por eso, solo piden una cosa: justicia y la pena máxima para el autor del triple crimen que se registró el último viernes en el distrito de La Victoria, en Chiclayo.

Como se recuerda, Johnny Ch. N. fue encontrado inconsciente en la vivienda ubicada en la calle Machu Picchu 1184, al parecer en estado de ebriedad. Minutos antes, había apuñalado a su pareja y a los dos niños, para luego esconder sus cuerpos en una cisterna de agua.

Ayer, alrededor del mediodía, el hombre fue trasladado desde el Hospital Las Mercedes hasta la sede de la División de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia (Divicaj), donde fue sometido a interrogatorio. Ahí, habría confesado detalles del triple crimen ante los agentes policiales y el fiscal responsable del caso.

DOLOR. En la misma vivienda donde ocurrieron los hechos eran velados los restos de Janeth C. Ch. y sus dos hijos, una menor de 5 años y un niño de 3. Sin embargo, al principio, solo se podían ver dos féretros en el lugar, pues el cuerpo de la víctima más joven permanecía en la morgue de Chiclayo. La voz de Jessica, hermana de Janeth, se quiebra al momento de explicar que aún no podían velar el cuerpo de su sobrino por la gravedad de las puñaladas que recibió en el vientre.

“Solo pedimos que se haga justicia, esto no se puede quedar así”, clama entre lágrimas la mujer, cuya hija, de apenas 3 años de edad, tuvo la desgracia de presenciar el terrible hecho, pues se encontraba jugando con sus primos cuando todo ocurrió. Por fortuna, resultó ilesa.

Al llanto de Jessica no tardan en sumarse los reclamos igual de sentidos de los otros familiares, y en especial, de la abuela de los niños, Carmela. José, el padrastro de Janeth y para quien ella siempre fue como de su propia sangre, abraza a su esposa mientras se une al pedido de justicia.

“Que se le dé la máxima pena para ese desgraciado”, dice con amargura. Tras él, un grupo de vecinos se ha unido con pancartas en mano y en la puerta de la vivienda exigen que el caso no quede en el aire. “Basta al maltrato familiar” y “Que estas muertes no queden impunes” fueron algunas de las frases en sus letreros.

Según narran los familiares, Janeth y Johnny llevaban viviendo juntos desde hace poco más de 6 años. No obstante, se habían distanciado durante los últimos 8 meses. Una supuesta infidelidad de él y su posterior insistencia en retomar la relación, habrían sido el preludio del crimen.

Leydi, la inquilina del segundo piso del inmueble, dice que durante la mañana del último viernes, al asomarse por un tragaluz, observó un rastro de sangre. Bajó a preguntar y, a través de la ventana, solo pudo ver a la sobrina de Janeth, completamente asustada, al punto de negarse a abrir la puerta. Tuvo que llamar a la Policía.

CONFESIÓN. En horas de la tarde, los restos del más pequeño de los hijos de Johnny y Janeth llegaba por fin a la vivienda para ser velado. Mientras tanto, en la sede de la Divicaj, el detenido padre de familia era interrogado.

Además de reconocer el triple ataque, Johnny habría dado su versión de los hechos así como varios detalles sobre lo ocurrido esa trágica mañana. Según dijo, entró en cólera al saber que Janeth había iniciado otra relación y que lo iba a dejar para siempre.

En ese momento, se habría dirigido a la casa de La Victoria, donde encontró solo a sus dos hijos y su sobrina, pues la dueña de casa aún no llegaba. Esperó a Janeth y, cuando esta llegó, empezaría una fuerte discusión. Según afirmó el investigado, ambos empezaron a forcejear provistos de sendos cuchillos, sin embargo, él terminó apuñalándola para luego hacer lo mismo con sus vástagos.

Según indicó una fuente, el hombre no habría mencionado en ningún momento que intentó quitarse la vida tras cometer el crimen. En lugar de ello, empezó a tomar vino y whisky de manera compulsiva, por lo cual los policías, al intervenir en la vivienda, lo encontrarían tirado sobre el piso.

SITUACIÓN. En la víspera, se informó que el fiscal Luis Miguel Peña Delgado, a cargo del caso, solicitará una orden de prisión preventiva por 9 meses para el detenido, a quien buscan procesar por los delitos de feminicidio y parricidio.

Para el abogado y exmagistrado José María Balcazar Zelada, el caso se podría tipificar como un parricidio triple, con lo cual el repartidor de abarrotes podría recibir una pena de hasta 30 años de cárcel efectiva, más aún si se tienen en cuenta agravantes como el de violencia familiar.

“Es un tema debatible y finalmente es el juez el que determina. Ahora, en este tipo de delitos siempre se realiza una pericia psiquiátrica y eso también es algo que determina la condena. En el caso de un parricidio múltiple se le podría aplicar la pena máxima en tal caso, que es 30 años de cárcel”, refirió el hombre de leyes.

A su vez, la representante de la asociación Empodérate Mujer, Angélica Musayón Chira, refirió que también vienen haciendo seguimiento al caso e indicó que la Fiscalía debe insistir en que el caso sea considerado como feminicidio ya que, en tal caso, la condena máxima sería de cadena perpetua.

“El riesgo de que una mujer sea asesinada, en casos como este, se incrementa cuando ocurre una separación con la pareja. Se puede evidenciar un dominio que se quiere ejercer sobre la vida y las decisiones de la mujer, eso es lo que constituye la desigualdad de género y por lo cual, a nivel legal, casos como estos puedan ser considerados como feminicidio”, señaló.

Cabe indicar que, en la víspera, la misma titular del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero Lozada, indicó que su cartera ya ha entrado a tallar en este caso que ha conmocionado a todo el país.

Además de expresar su rechazo ante lo ocurrido, la ministra aseguró que un equipo del Centro Emergencia Mujer de Chiclayo tomó contacto con los familiares de la víctima, a quienes se ha ofrecido apoyo legal, social y psicológico. Esto mientras se está a la espera de lo que determinen las autoridades.