A pesar de la prohibición que tienen los centro nocturnos para atender por la pandemia que vivimos, en la provincia de Lambayeque, bares y cantinas insisten en desobedecer las normas sanitarias y continuar atendiendo y exponiendo la vida de las personas; inclusos en lugares que son denunciados como supuestos prostíbulos clandestinos.
DETALLES
Vecinos denunciaron que en la invasión Río Seco, en el pueblo joven San Martín de Lambayeque, funcionaba un prostíbulo clandestino que tenía la fachada de ser un bar de venta de licores hasta alta horas de la noche.
De inmediato personal del Serenazgo de la Municipalidad de Lambayeque, con fiscalizadores y agentes de la comisaría de San Martín, ejecutaron la orden de operaciones “Fortaleza–2020”, “Estado de Emergencia Fase 3-Covid-19” y “Bares Y Cantinas”, constituyéndose a la zona sindicada por los moradores.
Así llegaron hasta una casa de material rústico, con techo de esteras, donde funciona un bar de propiedad de Milagros Angélica Sandoval Becerra (37), quien no contaba con autorización municipal para el funcionamiento de dicho local.
Las autoridades intervinieron a Alejandro Flores Suclupe y Arles Mundaca Ramírez, por infringir las medidas sanitarias, siendo multados por desarrollar actividades sociales, recreativas, culturales y/o religiosas. Además en el local encontraron a cinco personas de nacionalidad venezolanas identificadas como Ana Delia O.M. (37) Yusmary D.Z. (41), Carolyn T. H. (21), Rosniely L. H. (28), Daryoly M.S. (21) y la colombiana Dariela. V. G. (30), quienes indicaron a las autoridades que intervinieron el local que ellas trabajaban en ese local por “necesidad económica”, por lo que de inmediato fueron trasladadas a la comisaría para las investigaciones.
Las autoridades indicaron que la propietaria del recinto, Milagros Sandoval Becerra, quedó detenida por el presunto delito contra la libertad personal - Trata de Personas.