Si usted amigo lector se escandalizó al leer la nota de los “economatos” (bodegas en las celdas del penal ) publicada en Correo el 21 de mayo del presente año, prepárese, porque lo que leerá a continuación será el desenfreno de la vergüenza e inseguridad dentro de este presidio.

Por increíble que parezca, varios internos que purgan condenas por diversos delitos, utilizan el teléfono celular como si estuvieran en la calle o en sus propias casas o trabajo, pero no solo es para extorsionar a sus víctimas, si no también para estar al día en las redes sociales.

En este caso, es en el Facebook donde son publicadas la mayor parte de las fotografías desde el interior del establecimiento penitenciario ubicado en el distrito de Picsi, esto pese a que está totalmente prohibido ingresar u obtener objetos de este tipo como teléfonos celulares, los mismos que serían de alta gama y con cámara de buena calidad.

PRUEBAS. Esta vez, se pudo comprobar que es común obtener los aparatos de comunicación en la cárcel y al parecer a vista y paciencia de los servidores del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), quienes poco o nada harían por evitar ese tipo de delito.

Esta vez, Correo tuvo acceso al Facebook de dos internos, quienes como Pedro en su casa, publican una que otra imagen dónde salen ellos mismos.

En la cuenta de unos de los reos identificado como Cristian Eduardo “Eduardito Valdera”, quien estaría en el pabellón “B”, se puede apreciar que sus fotografías fueron colgadas en el presente mes, e incluso, en algunas logró retratarse supuestamente junto a su madre y una pequeña niña, quien sería su hija justo para la celebración del día de la madre (14 de mayo es la publicación).

En otras gráficas, aparece sentado sobre un camarote y detrás otros internos descansando, algunos también posan junto a él.

En sus comentarios señala: “Aquí descansando pensando en ti”. “Poquito tiempo de estar junto a ustedes, los amo familia”, entre otros textos.

Al revisar quienes son sus amigos en la mencionada red social, hallamos a un agente policial chiclayano que labora en la comisaría Pamplona 2.

Con esa foto se demuestra cómo es por dentro el recinto penitenciario y cómo viven cada uno de ellos, para quienes no conocen la cárcel y además, atentan contra la seguridad y el mismo personal Inpe que labora en el lugar.

OTRA CUENTA. De la misma forma, Jeiner Ronald Benavides Guerrero (a) “Charapo” también tiene su cuenta de Facebook activa con su nombre verdadero.

En las gráficas, viste un polo de Alianza Lima”, en una está sentado sobre su camarote y en la otra posa sobre toda la sala, donde algunos presos al parecer realizan trabajos.

En los comentarios le indican: “Se te extraña soly”, “te extrañamos mucho”, entre otras frases que le hacen algunas amistades.

Cabe indicar que “Charapo” fue capturado por integrar una banda de “robataxis”.

Fueron los agentes del Departamento de Prevención de Robo de Vehículos (Deprove) quienes lo detuvieron junto a dos cómplices más cuando se dedicaban al asalto y robo de vehículos del servicio de taxi, para posteriormente extorsionar exigiendo una fuerte suma de dinero para devolvérselos a sus propietarios.

La temible red de delincuentes empleaba la modalidad de “pasajero a bordo” para cometer sus fechorías.

Sus compinches fueron identificados como Héctor Francisco Soto Vásquez (21) alias “Negrito” y su conviviente Abigaid Salazar Sosa (18) alias “Gringa”, quienes fueron intervenidos cuando ingresaban al hotel “Santa Clara”, ubicado en la cuadra 1 de la calle Cois de Chiclayo.

Fue su propio compañero Janner Haldair Malaver Chuque (18), quien los sindicó, pues el personal policial de la comisaría de Atusparia lo capturó horas antes. La intervención se dio al momento de que Malaver Chuque acudió a recoger el automóvil de placa DSH-134, propiedad del taxista Juan Gustavo Jacinto (24), de una cochera en el distrito de José Leonardo Ortiz.

Por lo tanto, se presume que “Charapo” junto a su banda continuaría extorsionando desde el interior del penal, esto debido a que con las fotografías se demuestra que tiene un buen celular.

Pero no solo extorsionaría y tiene Facebook, si no también dialogaría con sus “amigos” para planificar actos delictivos a través del WhatsApp, ya que se tiene conocimiento que esas conversaciones no pueden ser rastreadas y grabadas por las autoridades judiciales y policiales.

Existen otros internos que también tienen cuentas de esta red social, pero ellos no han colocado fotografías.

Con esto queda totalmente demostrado que el penal y otros recintos del país no cuentan con medidas de seguridad, para evitar las acciones delictivas, en su mayoría las extorsiones.

Tan solo en la región Lambayeque ya se han registrado más de 250 casos de extorsión a empresarios y comerciantes.

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