Universidades contra el tiempo en la región para ser licenciadas

El proceso de licenciamiento para las universidades del país empezó a fines del 2015 y, desde entonces, mucho se ha dicho sobre los requisitos que deben cumplir las casas de estudio lambayecanas para seguir funcionando.

¿Qué tan cerca están dichas instituciones de obtener la tan ansiada licencia por parte de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu)? Los datos que esta última registra pueden dar una aproximación al respecto.

Hasta el momento, solo una de las 6 universidades con sede principal en Lambayeque cuenta con licencia, esta le fue denegada a otra de ellas y, mientras tanto, cuatro permanecen a la expectativa mientras intentan cumplir con las exigencias planteadas por Sunedu.

LOS PASOS

El coordinador parlamentario de la Sunedu, Luis Endo, precisó que en cada una de estas etapas se emite un informe, el mismo que puede resultar favorable o desfavorable para la universidad que está siendo evaluada.

Lo que se evalúa, en líneas generales, es que cada casa de estudios cumpla con ocho condiciones básicas, las cuales, a su vez, se miden de acuerdo a una serie de indicadores. La cantidad de estos indicadores varía según la condición de cada alma máter.

“Si en una de las etapas del proceso, sobre todo en la primera o segunda, el informe resulta desfavorable, la universidad tiene una última oportunidad, que es plantear un plan de adecuación. Dicho plan tiene que ser aprobado por el consejo directivo de Sunedu y, una vez que tenga el visto bueno, la universidad tiene cinco meses para levantar indicadores”, explicó Luis Endo.

SITUACIÓN

Sin contar el caso de la Universidad de Lambayeque (UDL), a la que le fue denegado el licenciamiento, la situación más preocupante estaría en dos casas de estudio: la Universidad Particular de Chiclayo (UDCh) y la Universidad Privada Juan Mejía Baca. Ambas han tenido que plantear un plan de adecuación.

El coordinador de Sunedu mencionó que la UDCh ya ha remitido su plan y este viene siendo evaluado por la Dirección de Licenciamiento. En base a dicho documento, aseguró que en los próximos días se realizará una diligencia en el alma máter, tanto en su sede principal como en su filial en Jaén, Cajamarca.

Una situación similar atraviesa la Universidad Juan Mejía Baca, cuyo plan de adecuación propuesto también está siendo revisado. Al respecto, Luis Endo se mostró sorprendido ante la reciente noticia de que dicha institución afronta una demanda de desalojo por parte del propietario del inmueble donde funciona, un hecho que, reconoció, podría tener un impacto en su proceso de licenciamiento.

Mientras tanto, son dos las universidades que hasta la fecha se encuentran en la primera etapa: revisión documentaria. Se trata de la Universidad Señor de Sipán (USS) y de la principal alma máter de la región, la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo (UNPRG) de Lambayeque.

“La UNPRG aún está en la primera parte, todavía tiene que levantar indicadores. Vamos a ver, en el transcurso de las siguientes semanas, cómo va la evaluación: si amerita ir a un plan de adecuación o a si se realiza una diligencia para seguir levantando indicadores, eso todavía se está por determinar”, aseguró el profesional de la Sunedu.

En otro momento, Luis Endo aseguró que es difícil hablar de plazos o porcentaje de avance, pues estos varían de acuerdo a la universidad e incluso se modifican de acuerdo a determinadas situaciones (como el caso de la UNPRG, que hace poco dispuso el cierre de su filial en Cutervo).

No obstante, precisó que el proceso de licenciamiento, a nivel nacional, debe estar culminando al cierre del presente año. Aunque consideró que las universidades de la región aún cuentan con el tiempo suficiente para lograrlo, acotó que estas deben acelerar su proceso lo más posible.

Es importante señalar que la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (Usat) figura como la única en la región que ya cuenta con la respectiva licencia.

PROCESO

Según refirió, entre los principales puntos que han tenido que resolver se encuentra la actualización de “reglamentos que debían ser aprobados por el Consejo Universitario, recordemos que este órgano de gobierno lo tenemos desde hace poco. La mayor parte de reglamentos fueron hechos por comisiones de cada facultad y sus respectivos decanos. Estos han tenido que ser aprobados por cada Consejo de Facultad y luego por el Consejo Universitario”.

Nieto aseguró que ya cuentan con todos los órganos de gobiernos establecidos y que además han adecuado el estatuto del alma máter a lo que exige la Sunedu. En cuanto a la infraestructura, dijo que siguen haciendo mejoras y que es posible que, en una visita de la superintendencia, se solicite levantar observaciones.

Pese a ello, la autoridad universitaria se mostró optimista en cuanto al plazo restante para culminar el proceso de licenciamiento (hasta fin de año). “No creo que tengamos problemas, hay que tener tranquilidad solamente y no alarmarnos, tampoco creo que pasemos a un tema de adecuación, aunque esa decisión la toma Sunedu”, expresó Bernardo Nieto.