Tendríamos que lotizar y hacer turnos para entrar al agua, pero ¿los vamos a respetar?, cuestiona ministra Mazzetti. (Foto: GEC)
Tendríamos que lotizar y hacer turnos para entrar al agua, pero ¿los vamos a respetar?, cuestiona ministra Mazzetti. (Foto: GEC)

Abrir las playas al público no es una necesidad para la reactivación económica ni para proteger (la salud mental) de nuestra población, en el contexto de pandemia por el COVID-19, señaló ayer el ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta.

Lo que busca el Gobierno, con la elaboración de una normativa nacional sobre el uso de las playas, es evitar que las mismas sean nuevos focos de contagio del virus, como fueron los mercados, paraderos, reuniones sociales o familiares, explicó.

Dijo que la concentración de personas y el relajo con las medidas sanitarias es un problema cultural, que puede desencadenar contagios masivos, como se ha dado en otros países.

Añadió que se está coordinando con las 43 municipalidades de Lima la implementación de áreas de recreación alternas, parques, malecones, e incluso la Vía Expresa.

CULTURAL. A su vez, la titular de Salud, Pilar Mazzetti señaló que “las playas son de alto riesgo, no por la playa, (sino) por nosotros, los seres humanos”. En ese sentido, enumeró diferentes situaciones que escapan del control. “Las mascarillas se humedecen con el estornudo, el sudor y el agua; la cercanía entre bañistas es inmensa; se toca sombrillas sin desinfectar las manos”, explicó. “Tendríamos que lotizar y hacer turnos para entrar, pero la pregunta es: ¿los vamos a respetar?”, preguntó Mazzetti.