Las familias se adelantaron al verano y aprovecharon el radiante sol que iluminó desde temprano en la capital y acudieron a la playa para tomar un chapuzón como se pudo observar en Chorrillos, especialmente en Agua Dulce.
A diferencia del verano del 2020 (antes de la pandemia), ahora gran parte de la orilla luce delimitada con soguillas y maderas para evitar la aglomeración y así un posible contagio de COVID-19.
En cada espacio, tipo box, de 1.50 cm. por 2.50 cm., consta de una mesa con sombrilla y cuatro sillas y está cercado con soguillas para respetar el distanciamiento. El alquiler de este servicio es entre S/15 a S/20 por todo el día, explicó Luis Sotelo, encargado del negocio, para Latina.
Esta medida para cumplir con las medidas de bioseguridad fue aprobado por el Ministerio de Salud, la Municipalidad de Lima y la comuna de Chorrillos.
Sin embargo, las familias que no requieran este servicio pueden ocupar los otros espacios de la playa, señaló Sotelo.
Los niños eran los más felices con su visita a la playa que jugaban con la arena y disfrutaban de un chapuzón y todos utilizaban mascarillas.