En el día en que se iniciaron los controles para reducir el aforo en el damero comercial de Mesa Redonda, se registró un gran desorden que puso en riesgo la salud de miles de personas. Esto era justamente lo que la Municipalidad de Lima quería evitar.
Esta situación se hizo evidente en el cruce de los jirones Cusco y Ayacucho, en el Cercado, donde se iniciaron larguísimas colas de hombres y mujeres que pugnaban por ingresar en la zona comercial, mientras agentes ediles les impedían el paso para mantener un aforo de solo 15 mil personas, según lo dispuesto por la comuna de Lima.
La presencia masiva de personas generó aglomeraciones que fueron propicias para la propagación de la COVID-19. “Cómo van a hacer eso justo ahora, que todo mundo quiere buscar regalos. Estamos (esperando para entrar) más de una hora bajo el sol y nadie respeta la distancia social”, reclamó la ciudadana Inés Carrillo.
Desbordados. La Municipalidad de Lima dispuso el uso de contómetros manuales para controlar el aforo en Mesa Redonda. Sin embargo, algunos de los orientadores ediles, que se encargaban del proceso, dejaron de usarlos al verse rebasados por la gran cantidad de clientes que ingresó a tropel al damero. Esto fue expuesto en videos que el presidente de la Cámara de Empresarios de Mesa Redonda, Pablo Goytizolo, compartió con este diario.
“Es imposible que Lima pueda reducir el aforo de 300 mil personas a solo 15 mil”, dijo el empresario.
No obstante, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, señaló que se continuarán usando los contómetros para regular el aforo en Mesa Redonda y que, en ese marco, “se revisará qué sucedió”, y que “las cosas que no funcionen se ajustarán”.
“Estamos evaluando todos los días las medidas y continuaremos haciéndolo. Mesa Redonda es una zona álgida, como Gamarra u otros conglomerados”, señaló.
En tanto, Zara Santillán, representante de la comuna limeña, precisó que hay 19 puertas de acceso a Mesa Redonda y cada orientador debe reportar, cada media hora, la cantidad de personas que ingresaron. De este modo, se verificará si se llegó al aforo máximo. Una vez que ocurre esto, se restringe la entrada de los visitantes.