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El viernes último un grupo de hampones irrumpió en el Jockey Plaza para robar en una joyería y al día siguiente se produjo un asalto en una agencia bancaria de Breña, lo que demuestra, una vez más, el grado de  que atravesamos los peruanos, mientras desde el Gobierno no se ve el liderazgo político necesario para hacer frente a esta ola de violencia que lleva casi quince años en ascenso y que nadie ha sido capaz de frenar.

Es en situaciones como estas que hace falta que el presidente Martín Vizcarra se ensucie los zapatos y asuma su rol de líder junto a su casi desconocido ministro del Interior y al director general de la Policía Nacional. Por estos días, al único que se ve dando la cara en la lucha contra la violencia callejera es al jefe de la Región Policial de Lima, general PNP Gastón Rodríguez. Los demás brillan por su ausencia, pese a la gravedad del problema.

A este oficial también lo vimos asumiendo la necesaria defensa de su personal cuando el Ministerio Público trató descaradamente de lavarse las manos tras la liberación de los sujetos acusados de ultrajar a una terramoza en un ómnibus interprovincial. ¿Dónde estuvo el ministro para parar en seco a la Fiscalía, que incluso a través de un comunicado respaldó a la magistrada que luego fue echada del cargo en medio del escándalo?

De otro lado, hace pocos días en Correo publicamos un informe de Criminalística de la Policía Nacional que acusa con nombre y apellido a uno de los que aparece en el video de la quema del patrullero en el Centro de Lima el 5 de junio último. Ideal hubiera sido que el ministro o el jefe de la institución salgan a reclamar públicamente sanciones judiciales inmediatas contra quien ha participado en la agresión, pero hasta ahora nadie ha dado la cara. ¿Están viendo el Mundial?

Pero volviendo al asunto de la inseguridad, la falta de liderazgo del Gobierno es evidente desde el primer momento. Y si en Lima vemos atracos hasta en el Jockey Plaza y agencias bancarias, el Mandatario, el ministro del Interior y el jefe de la Policía deberían ver lo que ocurre en provincias. En Trujillo y Chimbote, por mencionar solo dos ciudades, la estadística sigue siendo muy cruda. ¿Alguien ha visto alguna vez al presidente Vizcarra en esos lugares coordinando acciones?