Los padres de la paciente N° 3000, Danny C. y Judith A., agradecieron a los médicos por la exitosa intervención que corrigieron su problema cardiaco. (Foto: INSN Breña)
Los padres de la paciente N° 3000, Danny C. y Judith A., agradecieron a los médicos por la exitosa intervención que corrigieron su problema cardiaco. (Foto: INSN Breña)

Un total de 3 mil menores que aquejaban de diversos problemas al corazón volvieron a nacer tras ser sometidos a cateterismo por médicos del Instituto Nacional de Salud del Niño-Breña (INSN) que realiza este procedimiento desde hace 37 años.

Así, la pequeña Jeyleen, de 3 años, proveniente de Puerto Maldonado, se convirtió en la paciente Nº 3,000 -que marca historia en el centro pediátrico- y ahora podrá correr y jugar sin complicaciones.

El cateterismo cardíaco es un procedimiento invasivo sin cirugía que se usa para diagnosticar algunas enfermedades cardiovasculares y también se utiliza para corregir o tratar problemas coronarios como por ejemplo colocar stents en arterias coronarias estrechadas; desbloquear una arteria coronaria (angioplastía); hacer un reemplazo valvular aórtico; reparar un aneurisma (una dilatación local de la arteria); y reparación de otros defectos congénitos.

La importancia de este procedimiento es la respuesta más rápida a los pacientes al brindarles una posibilidad de un tratamiento oportuno sin llegar a una cirugía abierta al corazón, precisó el Dr. Carlos Mariño, cardiólogo pediatra, quien es médico asistente del servicio de Cardiología.

Los padres de la paciente N° 3000, Danny C. y Judith A., agradecieron a los médicos por la exitosa intervención que corrigieron su problema cardiaco. (Foto: INSN Breña)
Los padres de la paciente N° 3000, Danny C. y Judith A., agradecieron a los médicos por la exitosa intervención que corrigieron su problema cardiaco. (Foto: INSN Breña)

CATETERISMO Nº 3,000

El viernes último, el Dr. Carlos Mariño, junto a otros médicos, anestesiólogo, enfermeras, técnicos en enfermería y auxiliares realizaron el cateterismo Nº 3.000 en el laboratorio de Hemodinámica del servicio de Radiología Intervencionista. A este procedimiento fue invitado el Dr. César Salinas, quien ha sido uno de los pioneros en cateterismo en la institución y que el año pasado se jubiló.

“Nuestra paciente número 3.000 nació con el conducto arterial persistente (CAP) que es un defecto cardíaco congénito que se produce cuando el canal normal situado entre la arteria pulmonar y la aorta en el feto no se cierra al nacer”, explicó el Dr. Mariño.

“Con este diagnóstico muchos tienen que ir a cirugía. A esta niña se le pensó hacer cirugía a corazón abierto. A través del cateterismo y con la ayuda del doctor César Salinas hemos podido cerrarle sin necesidad de corte”, dijo.

El especialista explicó que “este procedimiento consiste en que la paciente, bajo anestesia general, a través de una pequeña incisión en la ingle (arteria/vena femoral) introducimos un tubo largo, flexible y muy fino llamado catéter por la que desplazamos un dispositivo de oclusión que tiene la forma de un sombrero y esto va a cerrar el conducto con lo cual está sellado la arteria”.

El Dr. Mariño informó que al año se efectúan entre 100 a 120 cateterismos y la mayoría de los pacientes son del interior del país. Así también, detalló que los casos con mayor incidencia que se tratan en este centro pediátrico son conducto arterioso persistente, comunicación interventricular, comunicación interauricular, coartación aórtica, estenosis de la arteria pulmonar, y en casos de recién nacidos cianóticos, entre otros. El 80% de cardiopatías pueden ser resueltos con cateterismo evitando una cirugía abierta o cirugía de alto riesgo”.

Los padres de la niña, Danny C. y Judith A., agradecieron a los médicos por la exitosa intervención que corrigieron su problema cardiaco.

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