"Mi tío Joel se disfrazó de malo y me pegó cinta en la boca y mis pies con cordón me amarró todo y puso en una tumba", estas son las declaraciones de un niño de seis años que iba a ser enterrado vivo por su secuestrador, identificado como Joel Adán Chacón.
El espeluznante plan tuvo lugar en la provincia limeña de Cañete. El sujeto logró escabullirse entre los pequeños estudiantes para captar a su víctima a la salida del colegio, mientras esperaba a un familiar que lo recogiera. Joel Adán Chacón se ganó la confianza del niño, pues es un exayudante de sus padres, que se dedican al comercio de frutas y verduras, y se hizo pasar por su tío.
El hueco que había cavado era profundo e ideal para el tamaño del menor. Según las investigaciones, el secuestrador tenía lista la arena y su idea era acabar con la vida de su víctima tras recibir la recompensa de 5 mil soles. De acuerdo a lo narrado por la víctima, el hombre le apuntó con una pistola cuando intentó escapar del agujero, subiendo por el techo.
"(Me dijo) Te mato y yo le dije no me mates, tengo papá y mamá", señaló. Joel Adán Chacón torturaba a su víctima amarrándolo con cinta de embalaje y metiéndolo a la fosa de un metro de profundidad. "Lo tapaba con tablas y luego con plástico", contó Jackeline Quispe, la madre del niño.
"Es algo escalofriante lo que le ha hecho a mi hijo. Le ha puesto un cuchillo en el cuello. A tanto ha llegado que mi hijo necesita ayuda. Tiembla y no quiere ir al colegio", añadió la madre. Afortunadamente el menor fue rescatado vivo por la Policía. Ahora se investiga si Joel Adán Chacón tuvo cómplices para su cruel cometido.