Un mozo acabó con la vida de sus tres hijos menores, a quienes envenenó porque su exconviviente se negó a retomar la relación. Este terrible triple crimen ha causado gran conmoción en la ciudadanía.

El hecho ocurrió la madrugada de ayer en el tercer piso de la Mz. B, lote 10, de la urbanización Mariscal Cáceres, en , donde Doris Luzmila Marrujo Sánchez (26) alquilaba un minidepartamento para vivir con su dos hijas de 7 y 9 años, y su hijo de 5 años.

Sin embargo, cuando Pedro Emir Gonzales Conde (33) cometió su execrable crimen, Doris no se encontraba en casa, pues dos días antes había sido golpeada y echada por Emir, quien había llegado para visitar a sus hijos.

Es por ello que Doris se fue a la casa de su madre, pero al día siguiente regresó a su casa y volvió a ser agredida por Emir, quien volvió a botarla.

Doris, preocupada por sus hijos, regresó la mañana de ayer, pero su expareja ya los había asesinado dándoles de beber yogur con raticida.

La  llegó al lugar de los hechos y trasladó a Emir al hospital de Canto Grande, cuando agonizaba, pues también se había envenenado. Poco después murió.

Lo planeó

Emir habría planificado el terrible crimen, pues en su cuenta de Facebook dejó algunos mensajes, como “A todas las personas que fallé... le pido perdón, nunca es tarde para volver a empezar...”.

La madre de los niños indicó a la Policía que su expareja actuó en venganza porque ella se negaba a volver con él. A la discusión se habría sumado la falta de trabajo de Emir, quien por sus constantes faltas fue despedido de un hospital donde laboraba como mozo.

“Ellos estaban separados desde hace dos años. Emir siempre la golpeaba y por eso Doris lo denunció”, contó doña Ita, madre de la joven.

Emir no solo se mostraba agresivo con ella sino también con sus hijos, a los que castigaba físicamente.

En el 2014, Doris lo denunció por violencia familiar en la comisaría La Victoria y en el 2016 por intento de feminicidio en la delegación de Chacra Colorada, en Breña.