Macarena, una joven estudiante de 24 años, falleció hace un par de años víctima de un aneurisma, pero tras su muerte ayudó a 11 personas que recibieron sus órganos.
Según RPP Noticias, cuatro días antes de su graduación en la Universidad Científica del Sur, en junio del 2016, la estudiante de Medicina Veterinaria dejó este mundo, pero antes explicó su deseo de donar sus órganos para salvar la vida de otras personas.
Rocío Marmol y Javier Lamas, padre de Macarena, contaron al medio radial que fue difícil cumplir con la decisión de su hija, sin embargo hicieron caso a su pedido.
Su última voluntad
En declaraciones para RPP, los padres contaron que la tarde del pasado lunes 24, ellos cumplieron con la última voluntad de Macarena.Rocío y Javier esparcieron sus cenizas en tres lugares que la universitaria amó en vida.
Sus restos fueron vertidos al río Vilcanota, en la provincia cusqueña de Calca, lugar en el que ella y su madre hacían picnics, mientras que otra parte fue destinada al jardín de la misma provincia, donde crecerán girasoles, precisaron los padres.
Los órganos de Macarena sirvieron para el trasplante exitoso a otras personas. Incluso su piel sirvió para pacientes con quemaduras en el cuerpo.