Un efectivo de la Policía Nacional del Perú (PNP) de 29 años, identificado como Kevin Salgado Otaso, vendió su auto para cubrir el tratamiento de sus padres, infectados con COVID-19, reza todos los días afuera del hospital Rebagliati, ubicado en el distrito limeño de Jesús María, y llora por una cama en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
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El agente, que viajó desde Huacho a Lima, narró que su madre respondió al tratamiento luego de contratar médicos particulares y acondicionar su casa con oxígeno, pero la salud de su padre se complicó y fue llevado de emergencia hasta el mencionado centro de EsSalud.
“Mi papá se encuentra grave, tiene el 80 % de sus pulmones (mal), está saturando bajo. Lo único que pido es una cama UCI para mi señor padre, no pido nada, él está luchando”, dijo el joven con lágrimas de dolor en los ojos a Latina.
Asimismo, recordó que su padre que le pidió que no lo deje morir y la promesa que le hizo a su madre y hermana, de regresar a casa con su progenitor.
“Me dijo: ‘hijo, no me dejes morir’. Yo no voy a permitir que mi papá muera mientras yo siga vivo y no me voy a mover de acá hasta que salga de pie porque se lo prometí a mi mamá y mi hermana, que voy a regresar a mi casa con mi padre. Solamente pido una cama UCI, nada más”, expresó en llanto el policía a dicho medio.
Kevin Salgado Otaso se encomienda a Dios para que su progenitor se recupere de coronavirus y espera que lo conecten a un ventilador mecánico para que lo ayude.