Fernando Carbone, presidente de la comisión encargada de investigar las vacunaciones irregulares contra el COVID-19 de funcionarios del Estado peruano, caso conocido como el ‘Vacunagate’, aclaró hoy que el citado grupo de trabajo que preside realizó una labor con transparencia, en la que no primó un conflicto de intereses, pese a que entre los involucrados figure la exministra Pilar Mazzetti.
Carbone Campoverde, quien participó en el equipo de gestión de la titular del Minsa, dijo que al iniciar las indagaciones en la comisión del Ministerio de Salud no mantuvo contacto con ninguno de los investigados por la aplicación de la vacuna contra la COVID-19 fuera del ensayo clínico.
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Recordó que en una oportunidad solo cruzó saludo con Mazzetti Soler cuando esta acudió a brindar sus descargos tras conocerse que fue parte de esa inmunización irregular. “Una vez que he sido parte de la comisión no he conversado con nadie. Cuando todo esto se da a conocer, Pilar me llamó y me dijo que ya había hablado con el presidente (Francisco Sagast). Y me dijo que quería decir lo que había pasado a través de ella directamente. Ahí fue muy difícil para los dos en ese momento”, contó.
“Y luego, al inicio [de las investigaciones], cuando ella fue a hacer su entrega de descargo y todo, solo nos cruzamos y yo la saludé. Le dije ‘hola Pilar’, y ella me dijo ‘Fernando, haz lo que tienes que hacer’. Y eso hemos hecho, y bueno, es muy duro”, agregó Carbone.
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Asimismo, detalló que como parte de la firma de una declaración jurada de conflicto de intereses en el marco de esta investigación, no participó en algunas entrevistas. No obstante, contó que sí participó en otras junto a los demás miembros de la comisión.
“Se entrevistaron a personas que recibieron la vacuna pero en algunos casos yo me inhibí porque -no lo escondo- yo los conozco y por eso también me siento muy afectado. Les agradezco a mis compañeros por hacerse cargo y asumir esas entrevistas. Hay otras personas, como los responsables de los equipos de investigación (de la vacuna candidata), del patrocinio, del control y seguimiento, como el INS y la Digemid, que sí los hemos entrevistado en grupo”, indicó.
“Que la pasión no nos lleve a juzgar a todos por igual”
Sobre la sensación que le queda luego de las investigaciones, el también exministro de Salud manifestó fue muy difícil para “todos nosotros” porque se indagó sobre la participación en vacunaciones irregulares de personas a quienes conoce de mucho tiempo. “Agradezco que [los integrantes de la comisión) hayamos sido siete, eso lo ha hecho menos difícil, pero ha sido difícil”, señaló.
“Es muy duro, son emociones muy encontradas las que uno tiene. Yo espero que la pasión no nos lleve a juzgar a todos por igual, hay distintas responsabilidades. Eso lo decidirán los órganos jurisdiccionales y espero que en algún momento, la pasión también dé lugar a la compasión y nos deje luchar contra la pandemia, y en especial a mis compañeros de Salud, a levantarse y seguir luchando, no rendirse, porque eso es lo que hay que hacer ahora”, refirió.
El último jueves, el informe final del Caso Vacunagate, respecto al caso de Mazzetti Soler, señaló que la inmunización se le aplicó en su casa, conjuntamente con quien en ese momento era el jefe de Gabinete de Asesores del Minsa, Danilo Céspedes Medrano, y su asesora Nancy Olivares Marcos.
La comisión también determinó que los lugares de inoculación irregular de la vacuna de Sinopharm fueron la UPCH y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
Sin embargo, en el caso de Martín Vizcarra y Pilar Mazzetti hubo excepciones, lo cual se consignó en el informe final de dicho grupo de investigación del Minsa.
La comisión entregó este jueves su informe final. En el documento se estableció que son 470 las personas que recibieron las dosis.