Un olor a impunidad se percibe en torno al asesinato de la joven madre de familia talareña, Allison Liseth Olivos Ruiz, pues las semanas pasan y hasta el momento no sancionan a los culpables de este horrendo crimen.
El sábado 5 de diciembre se cumplen cinco meses desde que se cometió el cruel feminicidio de la joven madre de familia, Allison Olivos, y hasta el momento sus familiares y amigos no saben verdaderamente qué fue lo que ocurrió aquella fatídica madrugada, por lo que han programado para ese día a las 4:00 de la tarde una marcha de protesta contra las autoridades responsables de realizar la investigación.
Los familiares y amigos de la víctima señalan que hasta ahora siguen esperando que el fiscal del caso programe la declaración del principal imputado, Ronny Arcela Zapata, para que luego se lleve a cabo una confrontación, pues la testigo protegida por el Ministerio Público se ha contradicho en varias ocasiones y ha cambiado la versión que dio ante el psicólogo de la Unidad de Medicina Legal, ante el fiscal y ante el juez penal en la prueba anticipada.
“Exigimos que se investigue a profundidad, qué tanto miedo tiene el fiscal de tomar las declaraciones del feminicida, que lo confronte con la testigo, queremos saber la verdad y que los verdaderos culpables o todos los responsables paguen su culpa, no solo uno, sino todos, todos los que la mataron. Que el fiscal exija los resultados del ADN”, señaló un familiar de la occisa.
La necropsia arrojó que Allisson fue ahorcada, luego degollada y apuñalada ocho veces. Sin embargo, hay varios detalles que contradicen la forma en que habrían ocurrido los hechos, pues la testigo clave y supuesta amiga de la occisa habría caído en algunas contradicciones.
Los médicos legistas observaron que el cuerpo de Allison no presentaba labios inferiores ni región vaginal, por sección completa de bordes regulares con cortes múltiples que dejaron un orificio de 9 x 8 centímetros. Además, no presenta útero, ovarios, ni anexos.