Las cámaras de videovigilancia del colegio Perpetuo Socorro estaban registrando algo inusual. Dos estudiantes de secundaria entraban y salían del baño con un paquete, lo que llevó al director a alertar a los policías que llegaron e intervinieron a los menores en el centro educativo. Encontraron 12 gramos de marihuana. Y este caso no es aislado. En lo que va del año, la Divincri ha registrado a 15 escolares de doce colegios de la región Piura que fueron sorprendidos con armas, municiones y sustancias ilícitas, como marihuana y pasta básica de cocaína (PBC), así como otros materiales prohibidos.

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Arturo Durán Guillermo, jefe encargado de la comisaría San Martín, y José Antón Córdova, suboficial de la misma institución, explicaron que los jóvenes del Perpetuo Socorro fueron sorprendidos mientras intercambiaban un bollo de papel cuadriculado que contenía cuatro bolsas de marihuana (cannabis sativa). Esta evidencia llevó a detenerlos y posteriormente trasladarlos a la División de Investigación Criminal (Divincri).

Correo constató que este centro ha implementado medidas de apoyo en lugar de castigos, ya que considera que expulsar o suspender a los alumnos es prácticamente entregarlos al peligro de las calles.

Además de esta institución educativa del distrito Veintiséis de Octubre, la Región Policial registra la intervención de colegios de Piura, Castilla, Catacaos, Los Órganos, Sullana y Chulucanas.

La decana del Colegio de Psicólogos de Piura, Luz Atoche Silva, explicó que entre los factores que empujan a los escolares a cometer estos actos ilícitos, y que se repiten en la mayoría de escuelas, están la disfuncionalidad de los hogares, pertenecer a una familia con violencia, la falta de autoestima o la necesidad de los alumnos de mostrarse como figuras dominantes.

“Podemos encontrar casos de estudiantes que pueden referir que ese comportamiento lo manifiestan porque quieren prevalecer su comportamiento ante el grupo”, explicó Atoche.

Además, resaltó la necesidad de programas de intervención psicológica en las escuelas y lamentó que la ley que exige contar con un psicólogo por colegio no se esté cumpliendo.

“El Ministerio de Educación, el Ministerio de Economía y Finanzas e incluso el Congreso de la República no nos abren las puertas [para dialogar sobre hacer efectiva la norma]”, detalló Luz Atoche.

Actualmente, en Piura solo hay 120 psicólogos contratados para más de mil instituciones educativas en la región, según la Dirección Regional de Educación de Piura (DREP).

Además, 375 estudiantes de Psicología aún están en formación, lo que evidencia que habrá una notable falta de cobertura a largo plazo. Por tanto, no se logrará cubrir la mitad de los colegios con profesionales capacitados.

POSICIÓN INSTITUCIONAL

A pesar de los hechos reportados en las instituciones educativas, Carmen Sánchez Tejada, directora de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) de Piura, afirmó que la responsabilidad de detectar la presencia de drogas, armas y objetos prohibidos en las escuelas recae principalmente en cada institución educativa.

“Nuestro enfoque principal está en la prevención y en el ofrecimiento de soporte socioemocional a los estudiantes, a través de psicólogos y comités de convivencia escolar”, destacó.

César Rivera Córdoba, decano del Colegio de Profesores de la región, también expresó su preocupación por el creciente número de casos de violencia y consumo de drogas en las escuelas.

Según Rivera, los maestros se encuentran limitados por las normativas actuales, que no les permiten intervenir adecuadamente en situaciones de riesgo, lo que agrava el problema.

“Los maestros están atados de manos. No pueden abrir mochilas ni intervenir de manera directa, lo que deja a los estudiantes en una situación de vulnerabilidad,” afirmó el decano de los docentes.

(Esta nota ha sido elaborada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura. Colaboraron Luis Lozada Chang, Linda Alzamora Crisanto  y Joaquín Álamo Velasco, en investigación; Lucía Alvarado, en fotografía).