“Los Malditos” y sus nexos en Ecuador
“Los Malditos” y sus nexos en Ecuador

A una semana de la desarticulación de la presunta red criminal “Los Malditos de la Reconstrucción”, en , nuevas evidencias del accionar delictivo de sus integrantes salen a la luz.

OPERACIÓN HACKER. De acuerdo a la carpeta fiscal 51-2017, de la investigación realizada por la fiscal Fany García Caro, se detectó que entre los miembros de “Los Malditos de la Reconstrucción” estaba (a) “Moneco”, un personaje al que aún la justicia lo busca por contar con una orden de captura. Él tenía la función de hackear el sistema de varios cajeros automáticos de la región para perpetrar los asaltos ya conocidos.

Según la información fiscal, Jorge Luis Quezada Carmen se contactó con “Moneco”, quien en su condición de ingeniero de sistemas ingresaba al programa de los cajeros automáticos y cuentas corrientes para perpetrar el hurto de cuantiosas cantidades de dinero.

No obstante, cuando “Moneco” no estaba violentando el sistema de alguna entidad bancaria, se dedicaba a trasladar el armamento que obtenía la red criminal hacia la caleta de propiedad Luis Alberto Agurto Romero (a) “Pulga”, quien es sindicado por la Fecor de ser uno de los cabecillas.

ALIANZAS DE TERROR. En la investigación fiscal también se indica que “Los Malditos de la Reconstrucción” se aliaron con Santiago Dioses Estrada (a) “Margarito“, quien actualmente cuenta con una orden de captura por integrar la red criminal “Los Chivitos de Campo Amor” de Zarumilla-Tumbes.

Según fuentes a cargo de la investigación, la alianza entre “Pantera” y “Margarito” se habría dado luego que el primero de los mencionados se aliara con integrantes de bandas criminales de Ecuador, a quienes les vendía grandes cantidades de droga traída del Vraem.

No obstante, “Pantera”, quien era conocido por ser un expresidiario e integrante de una red criminal de la ciudad de Lima, no habría dudado en “lavar” el dinero obtenido de las actividades de narcotráfico en los casino y salas de juego de dicho país.

Según el expediente de la investigación preliminar, “Margarito” tenía la función de lavar el dinero. Además también coordinaba con otros integrantes de bandas criminales de Ecuador para posteriormente perpetrar asaltos en dichos casinos y repartirse el dinero con los integrantes de “Los Malditos de la Reconstrucción”.

“El dinero de la venta de droga la inyectaban en los casinos o salas de juego de Ecuador, pero también en dichos lugares hacían marcaje para posteriormente robar en dichos locales y el dinero repartirse entre ellos”, informó un agente a cargo de la investigación.

USURPACIÓN Y DINERO. No obstante, “Los Chivitos de Campo Amor” no habría sido la única organización criminal con la que los ahora investigados se habrían aliado.

Para la fiscalía, “Los Malditos de la Reconstrucción” cuando tenían que realizar actividades extorsivas contra empresarios dedicados al rubro de la construcción, traían a integrantes de las organizaciones criminales “Los Pulpos”, “Los Lobos” y “Los Malditos del Triunfo”.

Es así que para acudir a las obras de construcción donde pretendían tener el dominio acudían con miembros de dichas organizaciones antes mencionadas.

“La mayoría de veces llegaban a paralizar las obras y exigían hablar con los ingenieros acompañados de personas de mal vivir, en algunos casos eran vagos de Querecotillo, pero mayormente eran delincuentes traídos de Trujillo”, refirió un informante de Correo.

Asimismo, el expediente fiscal indica que “Pantera” exigía el pago de S/ 200 a cada uno de los “trabajadores” que ingresaba a las obras y mensualmente les cobraba S/ 100 de cuota sindical.

En tanto, los amigos de “Pantera” también habrían sido llamados para apoderarse de

las 380 hectáreas del sector “Yucal”, ubicado en la provincia de Sullana.

Los usurpadores llegaron con delincuentes traídos de Trujillo, quienes tras la orden de “Pantera”, quemaron las viviendas de los agricultores y después los obligaron a retirarse de dichos terrenos.

En la declaración del colaborador eficaz, él refiere a la Fiscalía Especializada Contra la Criminalidad Organizada de Piura que “Pantera” les exigía el pago de S/ 200,000 a cada uno de los agricultores del “Yucal” para dejarlos en dichos predios.

De lo contrario, les mataba a sus animales, les quemaba sus sembríos y les destruía sus rústicas viviendas.

El colaborador eficaz explicó ante la fiscalía que para la usurpación de las 380 hectáreas de terreno, “Pantera” se unió con Segundo Cisneros Checa (a) “Viejo Cisneros”, quien tenía a cargo la presidencia de la seudo comunidad campesina.

Aprovechando la oportunidad, “Viejo Cisneros” habría falsificado documentos junto a sus hijos para hacerse pasar como posesionarios, aún sabiendo que dichos predios eran de propiedad del Estado, todo esto en coordinación con “Pantera”.

Haciéndose pasar como propietario de los predios habrían desencadenado una ola de terror entre los agricultores, a quienes les exigían exhorbitantes pagos para que se mantuvieran en dichas hectáreas.

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