Mórrope llora a sus hijos desaparecidos en el mar de Sechura
Mórrope llora a sus hijos desaparecidos en el mar de Sechura

El dolor de los familiares de los pescadores desaparecidos era evidente en cada lágrima que derramaban. Algunos de ellos guardaban la esperanza de encontrar a sus seres queridos con vida, mientras que otros perdieron la fe con el transcurrir de las horas, en 

DOLOR DE MADRE. Laura Súclupe Vances llegó a la 1:00 de la tarde de ayer desde el caserío San Francisco en Mórrope hasta la morgue de Piura.

La acongojada mujer, al ver una de las carrozas con dos cajones, se abalanzó sobre ellos y en medio de un llanto desgarrador alzó su mirada preguntándole al cielo por qué se llevó a sus hijo.

El inmenso dolor de esta madre se agudizó en un solo día cuando perdió a dos de sus nueve hijos, Juan y Carlos Sandoval Súclupe, en el hundimiento de la embarcación “Señor de la Misericordia”.

Sin embargo, su lamento aumentó cuando sus parientes le comunicaron que su hijo Carlos aún continuaba desaparecido.

Por ello, ella pidió con todo el amor de una madre que la búsqueda de su hijo y de sus amigos no cesara.

Ambos hermanos, dedicados a la pesca desde hace tres años, partieron mar adentro sin decirle la verdad a su madre para que no se preocupara, dejando en su hogar a sus esposas e hijos.

UNIDAS EN LA TRAGEDIA. La desaparición de los hermanos Juan y Carlos también enluta a las hermanas Maribel y Aracely Chapuñay Tejada, quienes perdieron a sus esposos en esta lamentable tragedia.

Maribel tenía una relación con Juan Sandoval y producto de ese amor concibieron a dos hijos, la última de tan solo un mes de nacida, quien por los designios de la vida no pudo compartir más tiempo con su padre.

Aracely, en tanto, concibió tres hijos con Carlos Sandoval y ahora solo le pide a Dios y a los agentes del puerto de Paita que no desmayen en la búsqueda de su esposo para así tener un lugar donde sus hijos vayan a visitarlo.

QUERÍA SER PADRE. Cada víctima de esta tragedia tenía sueños y metas, pero quedaron truncadas por su repentina muerte.

Además de los hermanos Sandoval Súcluple, entre las víctimas mortales se encuentra, Juan Tuñoque Sandoval.

El tío de la víctima, Marcelino Sandoval Bravo, lo recuerda como un hombre trabajador, cuyo sueño era ser padre junto a la mujer que amaba.

“Hace unos años se casó con una joven de allá del caserío Quemazón en Mórrope, pero por diferentes motivos no habían podido concebir. Los dos querían tener sus hijitos, formar un familia grande, pero la desgracia se atravesó en sus vidas”, relato don Marcelino.

Asimismo, el familiar contó que su sobrino se dedicaba a la pesca desde hace 10 años.

A un lado de Marcelino Sandoval, la madre de Juan Tuñoque se abrazaba a sus dos hijas.

La tercera víctima fue identificado como el menor Walter Sandoval Acosta, quien con solo 17 años se adentró en el mar para realizar labores de pesca y así ayudar económicamente a sus padres.

Sus afligidos progenitores, Natividad Acosta Vances y Juan Sandoval Santiestebán salieron de su natal centro poblado Cruz de Médano en Mórrope hasta el puerto de Parachique y tuvieron la difícil tarea de identificar a los tres cadáveres rescatados.

AYABAQUINOS. Angustiado por la desaparición de su hermano Víctor, Francisco Marchena Jiménez llegó hasta la morgue de Piura para indagar si es que había sido rescatado.

Con lágrimas en los ojos, Francisco Marchena, dijo que su hermano es del distrito de Paimas de la provincia de Ayabaca y espera que su cuerpo sea encontrado para que poder sepultarlo.

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