Un equipo especializado de la Marina de Guerra del Perú desplegado en el B.A.P. Carrasco colocó la segunda y última boya oceanográfica a 100 millas náuticas del puerto de Paita, en la región Piura, con lo que se reactivó el sistema de vigilancia Naylamp II, que permitirá el monitoreo del Fenómeno El Niño en el mar peruano.
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La primera boya fue instalada el pasado miércoles 22 de noviembre a 180 millas náuticas de Puerto Pizarro (Tumbes) frontera con Ecuador tras un intenso trabajo de casi un día y medio, que demandó la pericia y precisión de los técnicos a cargo de esta labor.
El capitán de navío Diego Gago Rojas, comandante del B.A.P. Carrasco, declaró a la agencia Andina que se ha completado con éxito el sembrado de estas dos boyas en el litoral peruano, permitiendo al Perú acceder a información importante, en tiempo real, para tomar acciones concretas ante el fenómeno El Niño y el Niño Costero.
“Lo más importante es que vamos a obtener datos precisos en tiempo real tanto de la columna de agua (características del mar en diferentes profundidades) como de la parte meteorológica. Esta interacción que existe entre el océano y la atmósfera estará medida de forma detallada”, precisó.
Las boyas, explicó, cuentan con un Perfilador de Corrientes (ADCP) que permite estudiar el movimiento de aguas en el océano, además de un sensor de oleaje que informará la fluctuación del nivel del mar. Esta información permitirá alertar situaciones anómalas en l corriente marina y emitir las alertas oportunas.
ONDAS KELVIN
Sobre el impacto de las ondas Kelvin en nuestro territorio y su relación con el inicio del fenómeno El Niño, el comandante Gago manifestó que las boyas instaladas podrán detectar tempranamente el calentamiento del océano, ya que cuentan con sensores de hasta 200 metros de profundidad.
“Cuando las ondas Kelvin, que traen energía calorífica y calientan nuestro mar, pasen por esta zona, las boyas detectarán hasta qué profundidad se encuentra ese calentamiento. Cuanto más profundo sea ese calentamiento, mayores efectos tendrá el fenómeno El Niño en nuestras costas”.
El experto invocó a la población, sobre todo a los pescadores, no vandalizar o depredar estos instrumentos de medición porque representan una gran inversión en tecnología de punta para el Estado peruano y son de gran ayuda para levantar formación científica sobre los cambios que experimenta nuestro mar, además de alertar la presencia de fenómenos atmosféricos anómalos.
La boya oceanográfica pesa aproximadamente tres toneladas y cuenta con sensores para medición de temperatura del mar, oxígeno disuelto y salinidad hasta los 200 metros de profundidad, corrientes marinas, oleaje y variables meteorológicas.
Los datos recolectados serán enviados al centro de control en la Dirección de Hidrografía y Navegación para, posteriormente, ser compartidos al Comité Nacional de Estudio del Fenómeno El Niño y a diversas instituciones involucradas en el tema atmosférica.