En sesión de concejo de la Municipalidad Provincial de Piura, el pleno por mayoría rechazó el pedido de suspensión al alcalde, Gabriel Madrid Orue. La rechazaron porque no existen medios probatorios suficientes que lo respalden.
Los regidores de minoría acusaban al alcalde de vulnerar el reglamento interno por disponer la desaparición de la “sala de regidores” como parte de una remodelación de ambientes en la sede municipal, pero ante ello, tanto los regidores Carla Nima y Sergio Valladolid no supieron sustentar su solicitud.
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Según el asesor legal, Edgar Guaylupo, el procedimiento de suspensión se rige por el reglamento interno, siendo el Artículo 22 el que establece la necesidad de formar una comisión investigadora que son consideradas en la solicitud. En este caso, el concejo evaluó los documentos y el sustento del pedido de suspensión.
“El pleno decidió no conformar la comisión, por no existir medios probatorios suficientes de la existencia de una presunta falta grave, por ello, se pasó la solicitud a votación donde fue rechazada”, explicó Guaylupo.
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La regidora Linda Valdiviezo, manifestó que los regidores no son propietarios de la municipalidad, sino que son aves de paso y su función es la de fiscalizar y no es estar sentado en una oficina.
Por su parte, la regidora Teresa Calva, manifestó que ningún colega regidor ha sustentado el pedido de suspensión. “Ellos se basan en el artículo 22˚ numerales 5 y 8, y dicen que el alcalde ha utilizado o dispuesto dar una aplicación diferente a un bien de la municipalidad. Lo cual, no se observa que el alcalde haya utilizado o dado los bienes a una tercera persona, en ningún momento. No se ha cometido ninguna falta grave que sustente la suspensión del alcalde”.
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En ese sentido, el regidor Efraín Chuecas, indicó que no hay argumentos sólidos que respaldan el pedido, ya que el alcalde no se ha beneficiado, ni ha beneficiado a terceros con esas áreas. “Los ambientes han sido entregadas a la Oficina de Control Interno, que pertenece a la Municipalidad, entonces no se consolida ningún tipo de falta grave y no amerita que sea debatido o aprobado ese pedido de suspensión”.
Finalmente, el primer regidor, Juan Cevallos López, manifestó que el pedido no tenía sustento y mucho menos se habían preparado los regidores de minoría. “Los regidores no han sustentado su pedido, no han tenido la valentía ni preparación, ni las ganas de hacerlo”.