Se recupera niño trasplantado de corazón y agradece a su donante piurano

El niño Wilson Daniel Seminario Sánchez, de ocho años de edad, que fue trasplantado de corazón el pasado 10 de abril, se encuentra recuperado de esta compleja cirugía y agradeció a su donante, una niña piurana que tuvo muerte cerebral producto de un accidente entre mototaxis.

Recordó que la cirugía se realizó en el Instituto Nacional Cardiovascular (Incor) con un gran despliegue de médicos y profesionales de EsSalud, y hoy el niño que recibió el trasplante está restablecido y agradecido con la donante de Piura y su familia.

Esa misma noche, también, se trasplantaron un hígado y dos riñones, procedentes del mismo donante, lo que ha devuelto la vida a otros tres niños, quienes están evolucionando favorablemente.

El menor con nuevo corazón se encuentra en Lima para sus controles respectivos, acompañado de su madre Mariela Sánchez Olivares. Su padre, Gonzalo Seminario, se quedó en Catacaos (Piura) con sus otros dos hermanos.

La mamá y el niño se alojan en la Casa Ronald McDonald, que es un alojamiento especial en convenio con EsSalud para niños que vienen del interior del país y no cuentan con las condiciones mínimas de vivienda en Lima.

Cabe señalar que el menor necesitaba con urgencia un nuevo corazón para vivir, y es así que el 10 de abril, gracias a la donación voluntaria de los familiares de una niña fallecida, Wilson recibió su nuevo órgano en un operativo que se inició en Piura y que culminó en el Incor de EsSalud.

El nuevo corazón llegó a Lima y del aeropuerto fue transportado por un helicóptero del Ministerio de Defensa al helipuerto del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins.

“En ese momento mi hijo ya estaba siendo preparado para la intervención. Yo vi por la televisión y las redes sociales como llegaba. Todo salió muy bien. Por eso estoy muy agradecida a los donantes, a su familia, al equipo de médicos de EsSalud y, principalmente, a Dios, que me permite seguir teniendo a mi lado a mi pequeño”, asevera Mariela Sánchez.

El niño se encuentra en proceso de recuperación y evoluciona favorablemente. Ahora tiene una nueva oportunidad de vivir y un futuro como cualquier otro menor de su edad.