Tras quince días de cuarentena, la desesperación y el desorden empezó a reinar en pleno estado de emergencia en la ciudad de Puno.
En los anteriores días, el Gobierno Central dispuso varias medidas en favor de la población más necesitada del país entero; pero, los beneficios no estarían llegando a los más pobres.
En la jornada de ayer, las calles adyacentes a la Plaza Mayor, se vieron abarrotados por la gente que quiso cobrar el bono de S/380 soles. Por otro lado, estaban los que quisieron solicitar las canastas familiares.
Los presidentes de diferentes barrios también llegaron hasta el centro de la ciudad, pensando entregar la lista de beneficiarios de cada barrio al burgomaestre; sin embargo, según fuentes cercanas, desde la Municipalidad Provincial de Puno no habían emitido las facultades para que los presidentes empadronen a los vecinos que serían beneficiarios.
La desinformación fue el factor fundamental para que las personas realicen inmensas colas en los diferentes bancos.
En las afueras de la Dirección Regional de Trabajo y Promoción del Empleo, se suscitó una aglomeración total, puesto que las personas pensaron que en dicho lugar se haría el empadronamiento de trabajadores independientes. Los policías hicieron lo que pudieron.