Cerca de 17 mil puneños optaron por la separación luego de haber convivido

El último censo también comprobó lo que varios especialistas han adelantado en Puno y en el resto del país: las parejas son más inestables y la convivencia o el matrimonio son lazos cada ves más frágiles.

Hace 10 años se podía encontrar que las personas que viven separadas de su pareja sumaban el 2 %, pero en el último censo se pudo constatar que ese porcentaje subió a los 3.8 %.

Es decir, si en el año 2007 se podían contar alrededor de 10 mil personas separadas de su pareja, en el año 2017 se contaron a 16 mil 958

De manera similar, en el caso de matrimonios, el censo del año 2007 indicaba que al menos 2,9 % de personas que estaban casadas se divorciaban. Diez años después, el censo del año 2017 indicó que el porcentaje de parejas divorciadas subió a 4,2 %.

De acuerdo al Registro de Personas Naturales de la Sunarp solo en la primera mitad del año se inscribieron 33 divorcios y, a nivel nacional, el menos 4 mil 810 casos similares.

Cabe mencionar que la región Puno se encuentra entre las 19 regiones que presentaron incremento de inscripción de divorcios con respecto al año pasado.

Entre los problemas derivados de este fenómeno está el gran número de deudores alimentarios así como la gran cantidad de procesos de alimentos que ingresan al poder judicial.

Sicólogos han señalado que la separación de los padres y su mala relación crean problemas en la salud mental de los hijos, aunque también se ha señalado que aunque la pareja no se separe, pero tenga problemas al interior del hogar, los daños a la salud mental de los menores hijos pueden ser aún mayores.

Otro problema de la fragilidad de las parejas trae, junto a otros factores, los llamados crímenes pasionales los cuales no faltan en la región.