Como es tradición, cada año luego de su presentación en el estadio Enrique Torres Belón, los conjuntos de danzas autóctonas realizaron un pasacalle para el deleite del público que se apostó en las calles céntricas de la ciudad de Puno.

A pesar de los problemas de organización y las lluvias, el espectáculo se impuso y los danzarines pasaron, incluso descalzos sobre los charcos de agua que se formaron por las precipitaciones.

Una parte muy especial de este recorrido es el paso por el Santuario de la Virgen de la Candelaria donde los integrantes de los conjuntos dejaron las respectivas ofrendas.

El pasacalle tuvo cierta organización de parte de la Federación Regional de Folklore de Puno, pero fue insuficiente para garantizar el paso fluido de los conjuntos y hubo muchos retrasos y problemas con su paso.

Al final del recorrido de este pasacalle, entre un conjunto y otro, los espectadores tenían que esperar varios minutos, lo que empañó el espectáculo.

Cabe indicar que, a diferencia de la Parada y Veneración organizada para los conjuntos de trajes de luces, el pasacalle no otorga puntaje alguno a los participantes de danzas autóctonas y sus integrantes tienen aplausos como todo premio por su esfuerzo.

Incidentes. Cabe agregar que durante la mañana de ayer se reportó un retraso de casi una hora para el inicio de las presentaciones en el estadio Enrique Torres Belón, lo cual demoró la presentación de todos los conjuntos y la ejecución de la competencia hasta altas horas de la noche.

Otro hecho reportado es que los programas que contenían el orden de presentación de los conjuntos fueron distribuidos por el municipio cerca del mediodía cuando ya habían pasado al menos 50 grupos.

El paso de los conjuntos por las calles de Puno se extendió hasta muy entrada la noche luego de terminado el concurso.

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