Mientras en las ciudades y eventos hablan maravillas sobre los programas de cultivos alternativos, el presidente de la Junta Nacional del Café (JNC) Tomás Córdova, reveló un panorama muy distinto donde se registra un incremento de la migración de agricultores hacia zonas cocaleras de Puno, VRAEM y Huallaga.
Estas declaraciones indican que la migración de agricultores a la selva puneña que fue advertida en el año 2002 y en el año 2016 continúa en la actualidad e, incluso, registró un incremento.
Un dato de suma importancia proporcionado por Tomás Córdova es que el cultivo de la coca representa salarios por encima de los 100 soles; en tanto, los costos de producción del café son muy superiores a las ganancias.
En ese sentido detalló que el cultivo del café tiene un costo de producción de, alrededor de 9 soles el kilo mientras que los precios de acopio están por debajo de los 5 soles con 50 céntimos.
“Un elemento clave de alto costo es la mano de obra para la cosecha”, indica el dirigente, y claro, la demanda de la mano de obra se incrementa por la existencia de cocales.
En la zona de Inambari - Tambopata, cerca del límite entre Puno y Madre de Dios se ha calculado cerca de 4 mil 215 hectáreas en el año 2016 durante el último monitoreo de cultivo de coca. Cabe mencionar que desde el año 2012 se observa un aumento constante del área de cultivo.
Todo lo contrario en San Gabán pues, en el año 2012 se calcularon aproximadamente 968 hectáreas y, en el año 2016 se calcularon 398 hectáreas. Hasta el año 2016 Puno estaba en tercer lugar en la cantidad de terreno destinado al cultivo de la hoja de coca con 4 mil 562 hectáreas de esta planta, cifra muy inferior a la cantidad cultivada en Ayacucho y Cuzco que estaban por encima de las 10 mil.